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Padecía frecuentes ataques, sobre todo desde la muerte de su madre, en que perdía unas veces la vista, otras el habla, con otra variedad de fenómenos extraños que por fortuna duraban poco tiempo. Además se veía acometido de profundas melancolías, crisis violentas que terminaban por un llanto copioso y prolongado corno en las mujeres histéricas.

Esta incontinencia cede mejor que la de los viejos debida á una causa opuesta y que requiere la nuez vómica. Por otra parte, cuando el elemento nervioso predomina en una afeccion espasmódica cualquiera, son preferibles á belladona, el beleño, la manzanilla, la ignacia. Las afecciones histéricas y epilépticas se modifican felizmente con la belladona.

En tales momentos, se diría que nuevas voces, ya fuertes, ya suaves, se mezclaban con los gritos de la multitud abigarrada; gritos aislados flotaban a veces sobre el ruido general, semejantes a copos de espuma sobre las olas: risas nerviosas, histéricas, fragmentos de canciones, juramentos furiosos.

Anonadándose ante la cólera divina, cuya violencia sacudía y hacía retemblar a los Pazos como si fuesen una choza, pronunciaba: De la subitánea muerte del rayo y de la centella libra este Trisagio, y sella a quien lo reza: y advierte.... Nucha, de repente, se incorporaba lanzando un chillido, y corría al sofá, donde se reclinaba lanzando interrumpidas carcajadas histéricas, que sonaban a llanto.

Los espasmos de las personas histéricas en los que la cicuta es el medicamento indicado, tienen su punto de partida en el útero, con presion en la garganta y sensacion de una bola que asciende del fondo del estómago, desvanecimientos que obligan á apoyarse en los objetos próximos, y mal humor.

Pero a pesar de ello, la misma histeria que le deshacía los nervios era el alimento, un poco mágico, que sostenía su tonicidad. Quería entrañablemente a Lidia; y con la moral de las histéricas burguesas, hubiera envilecido a su hija para hacerla feliz esto es, para proporcionarle aquello que habría hecho su propia felicidad.

Por fin, sus monomanías histéricas se condensaron en una sola, en la idea de que los mellizos no gozaban de buena salud. De nada valía la evidencia de la extraordinaria robustez de los niños. Con las precauciones de que les rodeaba, y los cuidados prolijos y minuciosos que en su conservación ponía, les molestaba, les hacía llorar.

Al espanto de aquella noche, recién llegado yo a Tablanca, habían sucedido otros dos por el estilo; pero como huía de en cuanto me acercaba a ella con propósitos de interrogarla sobre tan extraño particular, después de pedirme con las manos juntas y por el amor de Dios que no le dijera a mi tío una palabra de lo que estaba notando, limitábame, por complacerla, a observarla desde lejos y a no perderla de vista mientras me fuera posible. ¿Qué diablos podía haber allí? ¿Eran fantasmas, alucinaciones histéricas de la pobre mujer tan castigada por la desgracia a lo mejor de su vida, o estaba bajo el peso insoportable de alguna nueva desdicha?

Esta accion de la cicuta indica una actividad terapéutica, que si es menor quizá que la que en otros tiempos se la ha atribuido, es mayor que la que hoy se la da generalmente; está indicada en las inflamaciones subagudas y de un carácter venoso y linfático, en los infartos glandulares, en afecciones espasmódicas, histéricas, hipocondríacas; en alteraciones gastro-intestinales y uterinas dependientes de una debilidad nerviosa con estancacion venosa abdominal.

Sobre todo, entra a matar de veras y no se sale del terreno de la verdad. Las buenas mozas amigas del diestro agitábanse borrachas de entusiasmo, con histéricas contorsiones, los ojos lacrimosos, la boca chorreante, agotando en plena tarde el léxico de palabras amorosas que sólo usaban por la noche.