United States or Argentina ? Vote for the TOP Country of the Week !


La vista de aquellos elegantes espectadores acabó de impacientar a Currita, y de tal modo se enardeció ante ellos su afán de exhibirse y singularizarse, que tiró del cordoncillo hasta descoyuntar el dedo del cochero, y sacó la cabeza por la ventanilla gritando: Go on, Tom, go on! Run Through!... Carry them off!...

Su sangre se enardeció de nuevo, y su espíritu, inflado otra vez con el viento de la honra, volvió a soñar en los triunfos y loores de la vida y en todas las hazañas que él hubiera podido realizar por el mundo.

En cambio, el encierro enardeció y sobresaltó su temperamento y lo inclinó a los goces sensuales, buscando en ellos la compensación de los que la libertad, la instrucción y el trato social ofrecen.

30 Entonces Saúl se enardeció contra Jonatán, y le dijo: Hijo de la perversa y rebelde, ¿no yo que has elegido al hijo de Isaí para confusión tuya, y para confusión de la vergüenza de tu madre? 31 Porque todo el tiempo que el hijo de Isaí viviere sobre la tierra, ni serás firme, ni tu reino. Envía pues ahora, y tráemelo, porque ha de morir.

Luz no se atrevió a preguntarle dónde se habían conocido los dos, ni qué era lo que le movía a buscarla con tanto empeño; y él la enardeció todavía más los deseos, declarando que la conocía mucho, ¡muchísimo! Jurara que de toda la vida, aunque la había visto muy pocas veces, y sólo sabía de ella que se llamaba Luz.

La modestia y la gracia con que saludaba enardeció aún más al público. ¡Qué mujer! Una verdadera señora; y en cuanto a buenos sentimientos, todos recordaban detalles de su biografía. Aquel padre anciano, al que todos los meses enviaba una pensión para que viviera con decencia: un viejo feliz, que desde Madrid seguía la carrera de triunfos de su hija por todo el mundo. Aquello era conmovedor.

Estos hombres tienen las miseriucas y las roñas propias y peculiares de su baja condición y, además, por su ignorancia no pueden entenderse con usted. Aquí fue donde el médico se enardeció casi de veras, como si hasta entonces no hubiera tomado el asunto verdaderamente por lo serio.

Valga como muestra de lo que digo La cabaña del tío Tomás, de la señora Beecher Stowe, de la que se vendieron en seguida centenares de miles de ejemplares, que se tradujo en todos los idiomas, que tal vez enardeció los sentimientos abolicionistas y que entró por algo en las causas de la tremenda guerra de secesión.