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Actualizado: 22 de mayo de 2025
Se ha destruido por destruir, en muchos casos sin necesidad, por una salvaje complacencia; se ha declarado implacable guerra á todo «lo viejo», a título de supuestas necesidades, invocando mezquinos intereses, sin reparar que lo que desaparecía era tan peculiar de nosotros, que no lo había en parte ninguna, y que lo edificado, modernamente, entra de lleno en el concepto de lo vulgarísimo, de lo insignificante.
Mientras la oía, Isidro miraba con el rabillo del ojo a la monja, de pie junto al altar, hablando con el médico. ¡Ay, aquellas gentes que vivían en diario contacto con la miseria humana! ¡Qué duros, qué fuertes! ¡Qué indiferencia ante el dolor ajeno, que no era para ellos mas que un accidente vulgarísimo! Su mirada fría parecía tener callos.
No volveré, pues, sobre ello, siquiera por el vulgarísimo precepto de non bis in ídem. Imposible me sería analizar con detención todas y cada una de las partes de este libro. Y ya que he dicho con franqueza cuál es la opinión que sobre él he formado, séame permitido ocuparme de algunos de los variadísimos tópicos que han merecido la atención del autor.
Pocas veces comía en la fonda don Pompeyo, y como sus relaciones con los poderosos de la tierra eran muy poco íntimas, casi nunca veía una mesa bien puesta. Así le parecía digno de Baltasar aquel vulgarísimo aparato de restaurant provinciano.
El coronel anunció con entusiasmo á este amigo que le había hecho conocer doña Clorinda. Es un teniente español de la Legión extranjera. Vive en el hotel que el príncipe de Mónaco ha destinado á los oficiales convalecientes. Se llama Antonio Martínez, nombre vulgarísimo que dice muy poco; pero es un gran soldado, un héroe, y no sé cómo sobrevive á sus heridas.
El carácter tétrico del rey; su indolencia; su repugnancia, mal encubierta, á la gestión de los negocios públicos; su falta de instrucción y de ingenio, hacían de él un rey vulgarísimo, en el cual ningún ministro podía apoyarse confiadamente, puesto que cualquiera intriga mal urdida bastaba para dar al traste con el favorito y para establecer esa sucesión ruinosa de gobernantes egoístas é interesados que, desprovistos de todo pensamiento noble y fecundo, alentados sólo por una ambición repugnante, dan el miserable espectáculo de una lucha mezquina, que acaba por empequeñecer, por degradar á la nación que sufre con paciencia esta vergonzosa guerra palaciega.
Sinembargo, debo declarar que el tal Mohan no me parece un personaje tan absurdo como se cree, si se observa que en résumidas cuentas es el Diablo, pero un diablo poético, altamente romántico, y por lo mismo superior, bajo el punto de vista artístico y espiritual, al prosaico y vulgarísimo diablo en que nos manda creer la santa madre Iglesia.
Se descubre la teoría de la gravitación. Otro día Watt ve hervir un puchero. Observa cómo la tapa se levanta. Medita sobre este hecho vulgarísimo. Se descubre la máquina de vapor. Otro, cae por casualidad en manos de Carlos Darwin el libro de Malthus sobre el principio de la población. La idea de la selección natural se presenta a su espíritu. El origen de las especies queda descubierto.
Tienen con todo una muy importante significación, que no mengua sino crece, aunque se suponga trivial y vulgarísimo cuanto se dice en ellas. Yo soy, sin duda, quien lo dice; pero, por lo mismo que lo dicho es vulgar, quien lo piensa y lo siente es una no pequeña parte del público, de la cual vengo así á convertirme en órgano, representante y heraldo.
Pero en cuanto Mauricia hablaba, adiós ilusión. Su voz era bronca, más de hombre que de mujer, y su lenguaje vulgarísimo, revelando una naturaleza desordenada, con alternativas misteriosas de depravación y de afabilidad. ii Después que se reconocieron, callaron un rato, trabajando las dos con igual ahínco.
Palabra del Dia
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