United States or San Marino ? Vote for the TOP Country of the Week !


Al conde le dio un vuelco el corazón y comenzó a balbucir lamentablemente: Yo no ... La verdad que esta visita... Me alegraría que los rosales... Pero la dama, compadecida, no le dejó terminar. Pues, además de los rosales, vengo a ver toda la finca, y particularmente el bosque. Conque ya puede usted ir enseñándomelo dijo agarrándose resueltamente a su brazo.

El mismo la comunicó con afectada indiferencia; tenía muchos negocios pendientes; necesitaba liquidar; no sabía el tiempo que permanecería por allá. Elena recibió la nueva sin pestañear, pero el corazón le dio un vuelco. No sabía si amaba a Reynoso aunque estaba segura de que pensaba en él todo el día. Aquel golpe le reveló su amor.

Después de santiguarse, y en chanclas y envuelto en el capote, se dirigió al jardinillo; y el corazón le dio tan gran vuelco que casi se le escapa por la boca junto con el taco redondo que lanzó. ¡Canario! ¡Me han robado! Y cayó al suelo presa de un accidente. En efecto, había desaparecido una de las tres estacas.

El primer día que se hablaron, el marino, enamorado de su país, le describió las bellezas del Morbihán, extenso mar interior rodeado de bosques, con islas cubiertas de pinos; las antigüedades venerables de la ciudad; su catedral gótica, abundante en tumbas, entre ellas la de un santo español: San Vicente Ferrer. A Caragòl le dió un vuelco el corazón.

Don Fadrique echaba á volar su imaginación con vuelo siniestro. Hacía las suposiciones más extrañas y dolorosas. ¿Qué habrá sucedido? se preguntaba. Á las ocho de la noche, por último, el Comendador vió aparecer al P. Jacinto bajo el dintel de la puerta de su cuarto. Al verle, le dió un vuelco el corazón. El padre traía la cara más grave y melancólica que había tenido en su vida.

Desde entonces comenzó Demetria á mejorar tan rápidamente que á los cuatro ó cinco días estaba ya como si no le hubiera pasado nada. Anudóse de nuevo la felicidad de aquellas horas que habían de terminar pronto en la de su boda. Sólo turbaba su dicha el recuerdo que alguna vez le asaltaba de la escena con el bandido Plutón. Cuando le veía, aunque fuese de lejos, el corazón le daba un vuelco.

Desde que madrugando había visto a Sabel salir del cuarto de don Pedro, dábale un vuelco la sangre cada vez que tropezaba al chiquillo y notaba el afecto con que lo trataba Nucha a veces. Cierto día entró el capellán en la habitación de la señorita y encontró un inesperado espectáculo.

Pero no, no admitamos esta versión que empequeñece a nuestro héroe haciéndole casquivano y pueril. El vuelco de un detestable coche que iba a Segovia cuando había personas que consentían en descalabrarse por ver un acueducto romano, una catedral gótica y un alcázar arabesco, fue lo que puso a nuestro amigo en estado de perecer.

Soy incapaz de enamorarme dijo ella con sonrisa amarga que su cuñado no entendió. El amor viene cuando menos se piensa afirmó éste sentenciosamente. Estamos años y años sin sentirlo, y un día, ¡paf! da un vuelco el corazón. Es que hemos hallado nuestra media naranja. Estas palabras tan cándidas como crueles, removieron las escasas gotas de hiel que Cecilia guardaba en su pecho.

Le dio un vuelco el corazón: era la voz de su madrastra. Al instante se abrió el ventanillo y le preguntaron: ¿Qué deseaba V.? ¿La señora viuda de Rivera?... señor dijo la criada abriendo la puerta. En aquel momento Miguel estaba, sin saber por qué, completamente sereno. ¿Cómo es su gracia? Miguel Rivera. Voy a avisar: tenga V. la bondad de aguardar un instante.