Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 16 de junio de 2025
El mar decía Guyau, que escribió sus más bellas páginas al borde de este mismo Mediterráneo , el mar vive, se agita, se atormenta perdurablemente sin objeto. Nosotros también piensa Azorín vivimos, nos movemos, nos angustiamos, y tampoco tenemos finalidad alguna. Un poco de espuma deshecha por el viento es el resultado del batir y rebatir del oleaje dice Guyau.
Todos vivimos con arreglo a lo que dijo Moisés, a lo que dijo Buda, Jesús, Mahoma u otros pastores de hombres, cuando lo natural y lo lógico sería vivir con arreglo a lo que pensamos y sentimos nosotros mismos. Jaime miró detrás de él, como si sus ojos quisieran buscar en el interior de la casa la dulce figura de Margalida.
Esos se aburren, pero no padecen como nosotras, que vivimos en continuo martirio, destinadas á servir de juguete á los hombres chicos. No podré pintar á usted, señor de Bismarck, lo que se sufre cuando uno nos tira del brazo derecho, otro del izquierdo; cuando éste nos rompe la cabeza y aquél nos descuartiza, ó nos pone de remojo, ó nos abre en canal para ver lo que tenemos dentro del cuerpo.
Lo único que vale algo es este vivífico licor, que no engaña jamás, como proceda de buenas cepas. Su generoso fuego, encendiendo llamas de inteligencia en nuestra mente, nos sutiliza, elevándonos sobre la vulgar superficie en que vivimos. Lord Gray bebía con arte y elegancia, idealizando el vicio como Anacreonte.
No se enfade usted, papá repitió la joven, regresando después de su expedición infructuosa hasta ponerse al amparo de las alas del sombrero paterno . Ya sabe usted que me gusta mucho el campo y que me vuelvo loca cuando veo árboles, flores, praderas. Como en aquella triste tierra de Campó donde vivimos no hay nada de esto.... ¡Oh!
Pues allí bailaban los chisperos y manolas pintados por Goya; por allí paseaban el gran pintor y las duquesitas hermosas que se hacían retratar desnudas. Aquellos sotillos habían presenciado el período más amable y pastoril de nuestra historia. Piensa, Feli añadía el joven , que por real y medio vivimos como unos señores en plena campiña, y además, el pago es diario: una verdadera comodidad.
Lo propio nos sucede en el asunto de que tratamos: con nadie vivimos mas intimamente que con nosotros mismos; y hasta los ménos amigos de concentrarse tienen por necesidad una conciencia muy clara del curso que ordinariamente siguen su entendimiento y voluntad.
Usted olvida que vivimos lejos de los demás grupos humanos, y este aislamiento nos hace retroceder poco á poco á la vida bárbara. Nuestras pasiones, domesticadas por la existencia en las ciudades, pierden aquí su educación y saltan en libertad. Mucho cuidado con ellas; es peligroso tomarlas con motivo de juego.
Convencidos sin duda de esta importante verdad, puesto que los mismos hemos de ser, ni nos cansamos en leer, ni nos molestamos en escribir en este buen país en que vivimos. ¡Oh felicidad de haber penetrado la inutilidad del aprender y del saber! Mira aquel librero ricachón que cerca de tu casa tienes.
La imposibilidad moral tiene á veces un sentido muy diferente del expuesto hasta aquí. Hay imposibles de los cuales no puede decirse que lo sean con imposibilidad absoluta ni natural; y no obstante vivimos con tal certeza de que lo imposible no se realizará, que no nos la infunde mayor la natural, y poco le falta para producirnos el mismo efecto que la absoluta.
Palabra del Dia
Otros Mirando