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Actualizado: 27 de junio de 2025


Otro punto oscuro quería consultarle, y era que sentía deseos vivísimos de parecerse a aquella mujer, y ser, si no mejor, lo mismo que ella. Luego Jacinta no era demonio. Lo difícil era explicar esto de modo que el amigo Feijoo lo entendiese, porque ya se sabe que no se daba buena mano para encontrar las palabras que en el lenguaje corriente expresan las cosas espirituales y enrevesadas. viii

De repente oyó el golpe de la puerta cerrándose con violencia. Todos, menos la doncella, habían salido. Capítulo VIII Entreacto en la calle de los Abades «¿A dónde vamos? preguntó Isidora cuando salieron a la calle. ¡Qué pregunta!... A mi casa replicó don José, estrechando a Riquín entre sus brazos con ardiente cariño . Abades, 40. No parece sino que hemos de quedarnos en la calle.

Panteismo del sistema de Fichte. CAPÍTULO VIII. La identidad universal. Lo infundado de este error. Un dilema. Contradiccion de ciertos filósofos. Su sistema. Schelling. Una causa de este error. Dificultades del problema del conocimiento. Argumento de los sostenedores de la identidad. Inutilidad de esta doctrina para explicar el conocimiento. Dualidad envuelta en el acto de conocer.

Fotog. Carlos I llegó a tener más de seiscientos cuadros: conocido su poder, fácil es colegir los tesoros que acumularía en los palacios de los Países Bajos, de Italia y de España; sólo su tía doña Margarita de Austria, le legó más de cien pinturas: ni Francisco I de Francia, ni Enrique VIII de Inglaterra, llegaron a poseer riqueza parecida.

El edificio que contemplo sucedió á una iglesia, edificada el siglo XV por Cárlos VIII, en la cual este príncipe estableció la cofradía de la Magdalena, de donde trae orígen el nombre actual de ese monumento.

La monarquía de Rodrigo era al comenzar el VIII siglo una de las mas cultas y florecientes del orbe: quien lo dude no tiene mas que recordar el testimonio de los mas respetables historiadores coetáneos. Obras maravillosas y elegantes llama S. Isidoro á las construcciones de Wamba en Toledo. Iguales encomios hace S. Eulogio de la basílica de Sta.

El objeto, que se propone en su poema, es diverso del del Tasso, puesto que intenta realzar el nombre español; no hubo cruzada alguna en el reinado de Alfonso VIII de Castilla, y el título se refiere á la reconquista de Jerusalén por Saladino. Lope atribuía un mérito especial á este poema, y dice que lo escribió con esmero y que lo corrigió severamente.

La repentina invasión de los árabes, á principios del siglo VIII, acabó de destruir la vacilante monarquía de los godos, sujetando con pasmosa celeridad al país y sus habitantes, y sólo escasísima parte de éstos se mantuvo independiente, refugiándose en las montañas inaccesibles del Norte.

La España del siglo XV no era la del siglo VIII. Con la severa experiencia, en vez de entrar en luchas intestinas de unas islas con otras, como generalmente se teme, se tenderán mutuamente los brazos, como los náufragos cuando arriban á una isla después de una espantosa noche de tormenta. No vayan á decir que nos ha de pasar lo que á las pequeñas repúblicas americanas.

Aparecieron impresas por primera vez en el tomo VIII de El Parnaso español. Tales son dos tragedias, tituladas Dido y La destrucción de Constantinopla, de Gabriel Lasso de la Vega, impresas en su Romancero: Alcalá, 1587. Las tragedias de Gabriel Lasso de la Vega, que yo he leído después, son, sin duda, muy parecidas á las de Virués.

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