Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 31 de mayo de 2025
Ogenio replica Antón, tú me ofendes. Que te digo que no quieres vender. ¡Que mal rayo me parta si he venío á otra cosa á la feria! Y sábete que por ese dinero ya no tendría en casa los novillos hace una semana, si los hubiera querido vender...; pero hoy por ser pa ti.... Pos yo no doy por ellos más que veinticinco doblones. Tú no quieres comprar, Ogenio.
Una visita al cortijo de una mujer entusiasta del maestro, que deseaba ver de cerca cómo vivía en el campo. Estas señoras medio extranjeras son siempre caprichosas y raras. ¡Pues si ella hubiese visto a las francesas, cuando fue la cuadrilla a torear en Nimes y Arlés!... Total, na. ¡Too... «líquido»! Hombre, ¡por la paloma azul! Tendría gusto en conosé al desahogao que ha venío con el soplo.
¿Aónde va ese hombre? Y al decir esto se incorporó en el asiento, atrayendo con las rodillas hacia su pecho el ladeado rifle. Iba a un gran campo vecino, donde trabajaban los jornaleros del cortijo. El Plumitas se tranquilizó. Oiga usté, señó Juan. Yo he venío por er gusto de verle y porque sé que es usté un cabayero, incapaz de enviar soplos... Aemás, usté habrá oído hablar der Plumitas.
Permaneció un rato contemplando al espada, y luego añadió con acento de convicción: Creo, señó Juan, que hemos venío al mundo argo tarde. ¡Las cosas que hubiésemos hecho en otros tiempos unos mozos como nosotros, de valor y de vergüenza! Ni usté mataría toros ni yo andaría por los campos perseguío como una mala bestia.
He venío continuó porque el jues se ha empeñao en procesar a un pobresiyo, que enjamás ha matao una mosca. Ya ve usté, antes que yeven al palo a un inosente, ¿no es mejor que nos boten ese jues y nos pongan otro?
Su rubicunda compañera, viendo que los dos toreros se marchaban, volvió a sentarse, con el frasco de vino confiado a su custodia. El Pescadero acompañó a Gallardo hasta el final de la calle. Adió, Juan dijo con gravedad . Puede que nos veamos mañana en la plaza. Ya ves en qué he venío a parar. Tener que comé de estos embustes y payasás.
Gallardo sonreía, con movimientos afirmativos de cabeza, halagado ahora en su orgullo de artista. Aemás continuó el bandido , nadie dirá que yo he venío a La Rinconá a pedí ni un pedaso de pan. Gana el dinero lo mismo que yo: exponiendo la vía.
¿Dónde ha de está, mujé? repuso el cuñado con rudeza . En la plasa cumpliendo con su obligasión... Es una locura haber venío; un disparate. ¡Este carácter tan flojo que tengo! Carmen siguió mirando en torno de ella, pero con cierta indecisión, como arrepentida de haber llegado hasta allí. ¿Qué iba a hacer?...
Palabra del Dia
Otros Mirando