Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 22 de mayo de 2025
La señora Rafaela, que vino á traerme unas medias que ya más de dos meses le tenía encargadas ¡ay qué pesada es esa mujer! me dijo que había visto á Pedro el del Palacio salir á caballo, como á cosa de las ocho, por la carretera arriba. Á las nueve, poco más ó menos, llegó un carruaje con dos caballos, que paró enfrente de la casa de D. Marcelino.
Tiene que ser un chiquillo, porque si no le retuerzo el pescuezo a lo que venga. Ya le he encargado a Nucha que se libre bien de traerme otra cosa más que un varón. Soy capaz de romperle una costilla si me desobedece. Dios no me ha de jugar tan mala pasada.
Todo lo dice al revés, y el otro día me sostenía que doña Desdémona es una mujer hermosa. Me parece que si seguimos por ese camino, tendré que traerme acá la vara...». No afectaron a Fortunata estas bromas. Observábala él con atención seria, notando que una idea muy siniestra y tenaz la dominaba, y que no era fácil quitársela de la cabeza.
Dí más bien que con el rescate podrías comprar una hermosa granja inglesa y diez aranzadas de terreno á orillas del Avón. ¿Sí? Pues allá voy á traerme uno de ellos, exclamó Tristán haciendo ademán de bajar al valle y en voz tan alta que llamó la atención de Morel. Nadie se mueva, ordenó éste.
Sí será, sino me niega el cielo El favor que hasta aqui no me ha negado. De mil astucias usa y mil maneras Para traerme á su lascivo intento, Ya me regala, ya me vitupera, Ya me mata de hambre y de miseria. Grande es por cierto, Aurelio, la que tienes. Grande necesidad es la que paso. Rotos traes los zapatos y el vestido. Zapatos y vestido tengo rotos. En un pellejo duermes, y en el suelo.
Y en cambio usted contestó impúdicamente se ha regocijado de su vida. ¿Quién es el que se tomaba la molestia de traerme sus noticias? ¿Quién es el que venía todos los días a decirme en la cara: está mejor? ¿Quién es el que me obligaba a leer sus cartas y las del médico? Hace casi ocho meses que usted me estaba asesinando con su salud. ¡Qué menos que un cuarto de hora para regalarme con su muerte!
En vez de ir de misionero y de traerme de Australia o de Madagascar o de la India varios neófitos, con jetas de a palmo, negros como la tizna, o amarillos como el estezado y con ojos de mochuelo, ¿no será mejor que Luisito predique en casa, y me saque en abundancia una serie de catecumenillos rubios, sonrosados, con ojos como los de Pepita, y que parezcan querubines sin alas?
Pero la proposición, por su audacia, forzosamente había de agradar a un hombre como el barbero, el cual acabó riendo, como si la aventura fuese graciosísima. Es verdad; podríamos ir. Tendrá chiste que la célebre diva nos vea llegar como unos venecianos para darla una serenata en medio de su susto... Casi estoy por ir a casa y traerme la guitarra.
ALARA. No me aprietes. Y el traerme a tu heredad Si fué para tal crueldad, Bien cumples lo que prometes. ARR. Con este engaño he querido Quitarte la vida aquí. Todo lo que pasa di, Pues sabes que lo he sabido. ALARA. Digo que siempre Narváez Me ha tratado con desdén, Aunque me ha querido bien, Y ésta es la verdad, Arráez.
No es nada contestó . ¿Querrás traerme un poco de agua?» Al punto llamé a mi amo. «¿Qué es eso, la herida de la mano? preguntó éste examinando al joven. No, es algo más», repuso D. Rafael con tristeza, y señaló a su costado derecho cerca de la cintura.
Palabra del Dia
Otros Mirando