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Actualizado: 25 de mayo de 2025
Una educación continua puede desbaratar esas toscas naturalezas, y cuando al afecto de la madre sucede la solicitud de un compañero que consigue que haga algún trabajo grosero el pobre inocente, éste se desarrolla poco á poco y acaba por llevar en la cara algo como reflejo de inteligencia.
Todos los domingos por las tardes, al entrar el maestro por el camposanto, se sorprendía de encontrar arrojadas allí algunas flores silvestres, tomadas en el húmedo pinar, como también toscas guirnaldas prendidas de la pequeña cruz de madera.
Filas interminables de mujeres, jóvenes en su mayoría, vestidas ligeramente con trajes de percal de mil colores, todas con flores en el pelo, liaban cigarrillos delante de unas mesas toscas y relucientes por el largo manoseo. Al lado de muchas de ellas había cunas de madera con tiernos infantes durmiendo. Estas cunas, según me advirtió Nieto, las suministraba la misma fábrica.
Al través de las toscas rejas veíase la vasta pradera, en declive, que habían recorrido, iluminada por la luz nocturna. Abajo estaba limitada por algunos árboles, cuyas copas oscuras contrastaban con el césped bañado de resplandor. Allá, a lo lejos, blanqueaba la cima de una montaña en el vapor luminoso.
Entra uno de éstos con la linterna, y dos a sus lados con dos faroles hechos con telas de las entrañas de los toros, puestos en la punta de cañas largas; se hincan de rodillas delante de la imagen que está en medio de la iglesia, y entre tanto canta la música un motete en guaraní, que expresa aquel paso, el que concluido se levantan estos muchachos y siguen a ponerse en orden en la procesión, y entran otros con otra insignia; y así van siguiendo hasta que concluyen todos, que son tal vez veinte o más, y las insignias que llevan tan toscas y materiales que la soga es un lazo de enlazar, el azote uno de cuero de los que ellos usan para castigar, la escalera la que el Viernes Santo sirve para el descendimiento, y así de lo demás.
Repito, una vez más, que el encanto está en la música y en la suavidad de la expresión al cantarla. Es muy frecuente, por las noches, oír, en los sitios de los suburbios donde el pueblo se reúne, bambucos en coro, cantados con voces toscas, pero con un acento de tristeza que hace soñar.
Preciso es confesar que hace pasar una noche muy agradable y que es muy divertido su enredo, cuyo objeto es describir la traza, que se da una doncella avispada de hacer creer á su sencillo tutor que ha sido hechizado, logrando de esta manera que dé su aprobación á un casamiento, antes contrariado por él; pero el que conozca esa delicadeza maravillosa, ese perfume embriagador de la poesía de las comedias de enredo de Calderón, no gozará demasiado, ni mucho menos, con la casi prosáica de Zamora, con su tono burlesco y grosero, y con sus gracias toscas y harto numerosas.
Las facciones, toscas y tostadas por el sol, del monje asumieron una expresión enigmática y confusa, porque comprendió que algo habíamos conseguido saber, pero sin embargo vaciló interrogarnos por temor de descubrirse a sí mismo. Los capuchinos, como los jesuitas, son admirables diplomáticos. Indudablemente la fascinación personal que ejercía el monje, se debía en parte a su espléndida presencia.
Había tanta elocuencia en esos monumentos de tan vulgar ejecucion, tal candor en el culto que les tributan los humildes y pobres habitantes de Altorf, y tantos motivos para comprender el valor de esa sublime virtud que se llama el patriotismo!... Esa inmortalidad de un nombre y una leyenda al traves de tantos siglos, y esa elocuencia de dos toscas estatuas en el fondo de un pobre valle de Suiza, inmortalidad comprendida y elocuencia bien sentida por dos almas viajeras nacidas en el corazon de los Andes, ¿no eran las mejores pruebas de que el patriotismo no es un delirio sino una gran virtud, una religion, y que la gloria no es una quimera, sino una eterna auréola de los grandes caractéres y de los pueblos libres?
El Canton de Berna no es únicamente agrícola. Su comercio es considerable. Es curioso observar á este propósito que las manos mas toscas al parecer, por ser las mas rústicas, son precisamente las que en Berna y otros cantones suizos fabrican los objetos artísticos mas delicados.
Palabra del Dia
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