Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 28 de junio de 2025


Los solemnes ojos del enfermo miraron los de la mujer con una expresión verdaderamente desusada. La vida y la inteligencia parecían luchar para volver a aquella tosca y arrugada cara. Magdalena volvió otra vez sobre nosotros sus negros ojos y sus blancos dientes sonriéndose con una elocuencia singular. ¿Este pobre impedido es?... preguntó el juez con indecisión. Juan dijo Magdalena.

Lavóme con vino las roturas que con los pedazos del jarro me había hecho, y sonriéndose decía: "¿Qué te parece, Lázaro? Lo que te enfermó te sana y da salud", y otros donaires que a mi gusto no lo eran.

Lo creo, ¡se adoran desde la época en que paseaban en brazos de sus niñeras!» ¡Y así se escribe la historia! Divertido, a pesar suyo, por el tono burlón de Jaime y por las exclamaciones grotescas con que recitaba su monólogo, Juan sonriéndose murmuró: Exageras... ¡Absolutamente!

Le pareció muy bien, y hasta me aseguró que si no se me hubiera ocurrido a , me lo habría aconsejado él. «Habían cambiado mucho las cosas desde que habíamos ajustado los dos, en aquel mismo sitio, cierta cuenta...» Y el muy tuno, sonriéndose, me dio un golpecito muy suave con el puño de su cachiporro.

Ganas tuve de no traerlo respondió Manuel sonriéndose, y entregando a su madre unas madejas. ¿Y por qué, hijo? Es que me acordaba de aquel que iba a la feria, y a quien daban encargos todos sus vecinos. Tráeme un sombrero; tráeme un par de polainas; una prima quería un peine; una tía, chocolate; y a todo esto, nadie le daba un cuarto.

Emma y Serafina hablaron algunos minutos solas entre las colgaduras de un balcón, sonriéndose, como acariciándose con ojos y sonrisas; las vio de lejos Bonis, pasó cerca de ellas, y ni una ni otra notaron su presencia; volvió a alejarse y a contemplar su obra desde un rincón.

A Candido le vino la curiosidad de ver los sacerdotes, y preguntó donde estaban; y el venerable anciano le dixo sonriéndose: Amigo mio, aquí todos somos sacerdotes; el rey y todas las cabezas de familia cantan todas las mañanas solemnes cánticos de acciones de gracias, que acompañan cinco ó seis mil músicos. ¿Con que no teneis frayles que enseñen, que arguyan, que gobiernen, que enreden, y que quemen á los que no son de su parecer?

¿Está usted seguro le dije siguiendo mi sistema de interrupciones y preguntas, para obtener más de lo que espontáneamente me ofrecía su agradable laconismo , de haber puesto de su parte todo el esfuerzo que requería la empresa? ¡Segurísimo! me respondió sin vacilar; y añadió sonriéndose: Puedo jurarle a usted que en ese linaje de estudios aproveché bien el tiempo.

Nada satisfecho salía el duque de esta conversación, cuando a la puerta le detuvo el general Santa María. Duque le dijo , ¿habéis visto cosa semejante? ¿Qué cosa? preguntó escamado el duque. ¡Qué cosa, preguntáis! , lo pregunto y deseo respuesta. ¡Un coronel de veintitrés años! En efecto, es algo prematuro contestó el duque sonriéndose. Es un bofetón al Ejército. No hay duda.

El le respondió sonriéndose: Menos se tardó vuesa merced desde el cielo al infierno, con haber más leguas, cuando rodó con todos esos príncipes que no han podido gatear otra vez a la maroma de donde cayeron. ¿Al amigo, señor don Cleofás respondió el Cojuelo , chinche en el ojo , como dice el refrán de Castilla? ¡Bueno, bueno!

Palabra del Dia

irrascible

Otros Mirando