Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 10 de junio de 2025


Túvolos así un rato suspensos Roque, pero no quiso que pasase adelante su tristeza, que ya se podía conocer a tiro de arcabuz, y, volviéndose a los capitanes, dijo: -Vuesas mercedes, señores capitanes, por cortesía, sean servidos de prestarme sesenta escudos, y la señora regenta ochenta, para contentar esta escuadra que me acompaña, porque el abad, de lo que canta yanta, y luego puédense ir su camino libre y desembarazadamente, con un salvoconduto que yo les daré, para que, si toparen otras de algunas escuadras mías que tengo divididas por estos contornos, no les hagan daño; que no es mi intención de agraviar a soldados ni a mujer alguna, especialmente a las que son principales.

Al medio día, entraba en mi pila de mármol rosa, donde los perfumes derramados daban al agua un tono opaco de leche: después, pajes rubios, de manos suaves, me daban fricciones con el ceremonial de quien celebra un culto; y envuelto en un «robe-de-chambre» de seda índica, atravesaba la galería mirando a mis «Fortunys» y a mis «Curots» entre dos filas silenciosas de lacayos, dirigiéndome al comedor, donde, servidos en platos de Sévres, azul y oro, humeaban los más suculentos manjares.

Por no acercar demasiado al gigantón de la Castañalera al cuadro que tan tristemente le impresionaba, comimos todos con él en la perezosa de la cocina, servidos por Tona, mientras su madre cuidaba del enfermo.

Tenía Amparo por ojos dos globos, en que el azulado de la córnea, bañado siempre en un líquido puro, hacía resaltar el negror de la ancha pupila, mal velada por cortas y espesas pestañas. En cuanto a los dientes, servidos por un estómago que no conocía la gastralgia, parecían treinta y dos grumos de cuajada leche, graciosísimamente desiguales y algo puntiagudos, como los de un perro cachorro.

Finalmente, doña Rodríguez, volviéndose a los señores, les dijo: -Vuesas excelencias sean servidos de darme licencia que yo departa un poco con este caballero, porque así conviene para salir con bien del negocio en que me ha puesto el atrevimiento de un mal intencionado villano. El duque dijo que él se la daba, y que departiese con el señor don Quijote cuanto le viniese en deseo.

Para esperar al guarda que ha de venir en nuestra busca, entramos en el Mas-de-Giraud, una antigua granja de los señores de Barbentane. En la cocina alta, y alrededor de una mesa están todos los hombres de la hacienda, labradores, viñadores, pastores, zagales, graves, silenciosos, comiendo despacio, servidos por las mujeres, quienes comerán después. No tarda el guarda con la carretilla.

Y sacó un papel ajado y le desenvolvió. ¡Cuidado! ¡cuidado con lo que hacéis! no vaya á caer el tósigo en algún otro plato dijo el bufón dando la confitura al cocinero y apartándole del bufete donde los otros platos estaban servidos . Hacedlo aquí. Ni veo, ni lo que me hago dijo el cocinero mirando con terror los polvos rojizos que contenía el papel. Pues ved de ver dijo el bufón.

Los juzgados, el ministerio, estaban servidos por letrados, y quedaba suficiente número para la defensa de los intereses de las partes.

-Mal haces, Sancho -dijo don Quijote-, en decir mal de tu mujer, que, en efecto, es madre de tus hijos. -No nos debemos nada -respondió Sancho-, que también ella dice mal de cuando se le antoja, especialmente cuando está celosa, que entonces súfrala el mesmo Satanás. Finalmente, tres días estuvieron con los novios, donde fueron regalados y servidos como cuerpos de rey.

Tout a fait... Serrán servidos. La dueña llamó a una camarera, no menos que ella pulcra y servicial, y tomando ésta dos llaves de la tabla numerada en que colgaban todas las del hotel, echó delante por las escaleras enceradas, y la siguieron Artegui y Lucía.

Palabra del Dia

aconséjele

Otros Mirando