Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 19 de mayo de 2025
La mirada de la traperita me refirió una historia muy sencilla. La historia de una vida de sufrimiento. La mirada de la traperita fue un poema que podía haberse reducido a estas dos palabras: «Sufro y espero.» Estas dos palabras son la historia del género humano. Sufrir y esperar. ¿Qué sufría aquella niña? La pobreza con todas sus consecuencias, acaso. ¿Qué esperaba?
De tan sencilla confesión tomó pie el médico para contar mil graciosas historietas, donde se mezclaban donosamente la devoción y la obstetricia y desempeñaba San Ramón papel muy principal.
Tuvo, no obstante, que ceder a los ruegos de Juana y aguardó hasta el día siguiente, en el cual, dividiéndose el trabajo, según queda dicho, fabricaron entre ambas la carta, que, por su trascendencia e influjo en los ulteriores sucesos de esta sencilla y verdadera historia, hemos de consignar aquí.
Con una salva de aplausos fué saludado el doctor Cárdenas, al terminar su sencilla y patriótica peroración. A continuación habló el doctor Mario García Kohly. He aquí su brillante discurso: Sr. General en Jefe de las Fuerzas Armadas de la República.
Yo jamás he atesorado por vicio; he ahorrado para los míos, nunca para mí. Calló largo rato el prelado; pero en su irresistible afán de confesarse con la sencilla mujer, continuó: Estoy seguro de que no me despreciará Dios cuando llegue mi hora. Su infinita misericordia está por encima de todas las pequeñeces de la vida. ¿Cuál es mi delito?
Ha pasado mucho tiempo continuó . Ese inglés se apareció en Cádiz; nos visitó. Visita hoy con mucha frecuencia la otra casa, y en ella es amado... Esto te parece increíble, absurdo. Pues es la cosa más sencilla del mundo.
Yo entiendo la religión y la moral a mi manera; una manera muy sencilla... muy sencilla.... Me parece que la piedad no es un rompe-cabezas.... En suma, Anita ya sabe usted que ha escrito versos es un poco romántica. Eso no quita que sea una santa; pero quiere traer a la religión el romanticismo, y yo ¡guarda, Pablo! no me encuentro con fuerzas para librarla de ese peligro. A usted le será fácil».
Mirando después á Clara, cuya gracia sencilla y melancólica franqueza formaban contraste con el terrible realista, se aumentó su confusión, su curiosidad y sus temores. ¿Y usted no sale para distraerse, para ver y reponerse de estar aquí encerrada tanto tiempo? le dijo casi conmovido. ¿Yo?... ¿para qué salgo? Me pongo triste cuando salgo.
"Y era que tenía muy alta idea de sus propias dotes personales para dudar de que una muchacha sencilla, educada por un fanático, y sin conocer otras pasiones que las vulgares inclinaciones de aldea, pudiera resistir á ellas. Creyó asimismo que el hecho de poner en libertad al que podía considerar como rival, influiría mucho en el ánimo de la huérfana.
Se sacaron a relucir muchas obras de misericordia que en efecto había hecho. Se bordó la sencilla historia de su muerte con mil pormenores que tocaban en lo maravilloso.
Palabra del Dia
Otros Mirando