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Actualizado: 2 de mayo de 2025
Aquí, una semilla es un árbol, una niña, una mujer, y un crepúsculo, una rapidísima penumbra de la vívida luz de los trópicos. Preguntar á una india qué acaba de dar á luz y os dirá que ha parido, no un niño ó una niña, sino una babai ó un lalaqui, es decir, un hombre ó una mujer. Plantar una simiente de las que en el viejo mundo dan un arbusto, y aquí saldrá un árbol.
Ni Pérez carecía de elocuencia con que hacer de este discurso semilla fructífera, ni le faltaban en toda especie datos estadísticos con que mostrar la perspectiva de la cosecha.
Quizás en tu ostracismo voluntario juzgabas que era un sueño temerario manumitir nuestra oprimida raza; mírala hoy: es virgen arrogante que, con la augusta libertad, tu amante, en un amplexo fraternal se enlaza. Caíste como fruta ya amarilla, pero cayó contigo la semilla.
La revolución necesita estas medidas prontas y decisivas. Se pasa por encima de ellos exterminándolos. ¡Exterminándolos! dijo Lázaro horrorizado. Pues ya. Sólo así se puede arrancar de raíz una mala semilla. Es el único medio; convengo en que es terrible, pero es eficaz. ¿De modo que va á haber aquí una matanza? El pueblo está irritado, y con razón.
Véase hasta qué punto han llevado nuestros historiadores su adulacion á las personas de los reyes. El sabio Hernan Perez del Pulgar afirma que la Reina Católica no se cuidaba de la destruccion del comercio i de los tratos, ni de sus rentas, con tal de estirpar en sus reinos la mala semilla de los cristianos en el nombre, aunque judíos en el corazon.
En tales condiciones se encontraba la población de Cuba cuando Martí empezó la obra revolucionaria. Es verdad que, como él decía, en el suelo no se advertían los brotes primeros de la planta, pero él sintió lo que pasaba en el subsuelo, y en el subsuelo estaba ya preparada la semilla; prueba cómo ella fructifera.
«¿Pero es verdad que Madrid ha proclamado ya a D. Carlos? ¿Es verdad que Cristina se ha embarcado o va en camino de embarcarse? ¿Es cierto que el Infante ha vuelto de Portugal, y está al frente del ejército?». A estas preguntas no podía contestar el viajero porque nada sabía, pero bien se le alcanzaba que provenían de falsas noticias y embustes, semilla que hábilmente sembrada en tales países había de dar pronto cosecha de tiros.
¿Quién como tú sembró, noble poeta, Esa semilla fértil y vivaz, Que en los hermosos dias venideros Ha de regenerar la humanidad?
Sólo quedaba, allá en lo más hondo, un pequeño rincón, donde no penetraba bien la luz, y donde, de cierta manera confusa, había como un germen, como una semilla apenas perceptible de disgusto y de intranquilidad. Doña Luz, sin darse bien cuenta de ello, por instinto salvador, trataba de arrancar aquella semilla, de ahogar aquel germen, a fin de que no brotase de él la hierba ponzoñosa.
Fue la obcecación de los políticos españoles, de acá y de allá, la que se levantó como una barrera ante el Ministro que acabo de indicar y dejó el terreno aun más preparado que antes lo estaba para que pudiera fructificar la semilla. No obstante, el Gobierno español, volvió, como todos sabemos, a la idea de reformas políticas.
Palabra del Dia
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