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Actualizado: 12 de junio de 2025


Media hora llevaría en el uso de la palabra en medio del creciente entusiasmo del auditorio, cuando a uno de los próceres del escenario se le ocurrió que podía tener seca la boca y sería oportuno servirle un vaso de agua con azucarillo. Comunicada en voz baja la observación al presidente, éste interrumpió al orador, diciéndole: Si el señor Suárez está fatigado, puede descansar.

La materia, que en forma sólo de procurador producía un discurso racional, unas ideas intérpretes de su provincia, se seca, se adultera en forma ministerial; y aquí entran las ideas innatas, esto es, las que nacen con el empleo, que son las que yo sostengo, mal que les pese a los ideólogos. Aquí es donde empieza el ministerial a participar de todos los reinos de la naturaleza.

¡Qué raro nos va a parecer el ver seca la vieja cantera! dijo Eppie, mientras que se volvía y agachaba para levantar una piedra bastante grande. Ved, papaíto, que puedo cargar muy bien ésta agregó dando algunos pasos con mucha firmeza, pero dejando en seguida caer la piedra.

Las salchicherías exhalaban por sus puertas acre olor de especias, con cortinajes de seca longaniza en los escaparates y filas de jamones tapizando las paredes; las tocinerías tenían el frontis adornado con pabellones de morcilla y la blanca manteca en palanganas de loza, formando puntiagudas pirámides de sorbetes, y los despachos de los atuneros exhibían los aplastados bacalaos que rezuman sal; las tortugas, que colgantes de un garfio patalean furiosas en el espacio, estirando fuera de la concha su cabeza de serpiente; las pintarrajeadas magras del atún fresco, y las ristras de colmillos de pez, amarillentos y puntiagudos, que las madres compran para la dentición de los niños.

Allá en el obraje de Castelhum, más arriba de Puerto Felicidad, las lluvias habían comenzado después de setenta y cinco días de seca absoluta que no dejó llanta en las alzaprimas. El haber realizable del obraje consistía en ese momento en siete mil vigas bastante más que una fortuna.

Por el tiempo de la seca se ven finalmente á mas de los citados, sea en medio de la llanura, sea inmediatos á los rios, infinidad de pequeños lagos ó estanques, cuya demasiado estrechez hace que carezcan de importancia: por otra parte, aquellos que se encuentran sobre la orilla de los rios, como por ejemplo los que están sobre las riberas del Mamoré, cambian frecuentemente de sitio segun los terromonteros ó las avenidas de tales rios.

Por la seca hierba andaban esparcidos tapones de botellas, papeles engrasados, espinas de merluza, cascos de vaso roto, un pañuelo de seda, una servilleta gorda.

Allí esperó largo rato de codos sobre el mármol de la mesa, con la garganta seca por el mucho fumar, mortificada la imaginación por la impaciencia y mirando sin cesar a un reloj colocado en la parte alta del mostrador y cuyas lentas manecillas le parecían pegadas a la esfera. El local estaba casi desierto: los parroquianos de por la tarde se habían ido, y para los de la noche era temprano.

-Perdóneme vuestra merced -dijo Sancho-; que, como yo no leer ni escrebir, como otra vez he dicho, no ni he caído en las reglas de la profesión caballeresca; y, de aquí adelante, yo proveeré las alforjas de todo género de fruta seca para vuestra merced, que es caballero, y para las proveeré, pues no lo soy, de otras cosas volátiles y de más sustancia.

Como en un relámpago, sentí el roce de lo divino, como en uno de esos golpes de sorpresa que ponen en conmoción nuestro sistema nervioso y le levantan un instante, para caer después, más que nunca, en la seca realidad.

Palabra del Dia

vorsado

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