United States or Norfolk Island ? Vote for the TOP Country of the Week !


Mendoza le perdonaba al instante estas y otras bromas, y Miguel, que no las llevaba a cabo con intención malévola, sino por el afán irresistible de reírse, le pagaba su paciencia «sacándole los significados» y metiéndole en la cabeza las lecciones.

Fuera del local, los servidores y los maltrechos policías se miraron con una expresión de inteligencia: ¡Ya lo mata!... Le está bien, por no haber querido oir nuestros consejos. Avisado por los gritos del profesor, Gillespie bajó su cabeza hasta el nivel de su asiento, sacándole con dos dedos de la espiral cimbreante.

Finalmente, en sacándole de la iglesia, le llevaron a la silla del juzgado y le sentaron en ella; y el mayordomo del duque le dijo: -Es costumbre antigua en esta ínsula, señor gobernador, que el que viene a tomar posesión desta famosa ínsula está obligado a responder a una pregunta que se le hiciere, que sea algo intricada y dificultosa, de cuya respuesta el pueblo toma y toca el pulso del ingenio de su nuevo gobernador; y así, o se alegra o se entristece con su venida.

La faz del duque se oscureció. Luego dijo entre risueño y enfadado: ¡Pero, hombre; que no estén ustedes jamás contentos sino sacándole a uno el dinero! Y al mismo tiempo echó mano al bolsillo y sacó la cartera. M. Fayolle sonreía siempre, diciendo que lo sentía, porque el señor duque era un pobrecito y no le gustaba echar a nadie a pedir limosna, etc., etc.

La voz argentina de Pepita rompió el silencio, y, sacándome de mis meditaciones, dijo: ¡Qué callado y qué triste está Vd., señor D. Luis! Me apesadumbra el pensar que tal vez por culpa mía, en parte al menos, da a Vd. hoy un mal rato su padre trayéndole a estas soledades, y sacándole de otras más apartadas, donde no tendrá Vd. nada que le distraiga de sus oraciones y piadosas lecturas.

Pues entonces, las pagaba todas juntas. Porque además Emma se reservaba el derecho de vengarse de los antiguos despojos que había tolerado antes, sacándole a relucir sus trampas a D. Nepo, justamente en aquellos días de sus desgracias conyugales... ¡Qué risa! ¡Qué oportunidad para ponerle en un apuro!

¡Ah pícaro! exclamó Nucha cogiéndole y sacándole afuera, a la luz del corral . ¡Te voy a desollar vivo, gran tunante! ¡Ya sabemos quién es el zorro que se come los huevos! Hoy te pongo el trasero en remojo, donde no lo veas. Agitábase y perneaba el ladrón en miniatura; Nucha sintió lástima, imaginándose que sollozaba con desconsuelo.

Tan horrible fue el cautiverio, que el infeliz llegó a no poner los pies en la calle sino los domingos y fiestas de guardar, a primera hora, cuando su esposa le llevaba a misa, sacándole a que tomase el aire, como las doncellas de servir sacan a los perritos falderos para que no empuerquen las alfombras.

Y aluego, como son unas gachís que van por er mundo sacándole los reaños a too cristiano que se aserca a ellas, empiesan las petisiones en su media lengua, que ni Dios las entiende. «Novio togego, ¿me regalarías una capa de las tuyas, toda bordá de oro, pa lucirla cuando salga a bailarYa ve usté, maestro, las tragaeras de esas niñas. ¡Como si las capas se comprasen lo mismo que compra uno un periódico! ¡Como si las tuviese uno a ocenas!...