Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 6 de septiembre de 2025
Hasta una ternura, una palabra cariñosa te venden, porque al punto se ve que son sobras de otra parte, traídas aquí por deber y para cubrir el expediente... Palabras y caricias vienen muy usadas. ¡Cuánto sabes! Más sabes tú... No, no, más sé yo.
Como Julio a casa no va, ni quisiera yo que fuese, tú me harás un gran favor. ¿Pero no has conseguido acaso verte con él aquí, en casa? ¿Quieres una prueba mayor? No te enojes, Charito querida, y escúchame... También lo veo en casa de las Aliaga y es allí donde empecé a quererlo, tú lo sabes.
El mismo día de mi encuentro con Oliverio, al regresar del colegio, me apresuré a decirle a mi tía que ya tenía un amigo. ¿Un amigo? exclamó. Te apresuras un poco tal vez, mi querido Domingo. ¿Sabes su nombre, su edad? Le referí cuanto sabía de Oliverio, pintándole con los colores amables que a primera vista me habían seducido; pero sólo el nombre bastó para tranquilizar a mi tía.
La oferta de aquel cuantioso donativo no deslumbró a la de Butrón; habíase turbado mucho mientras hablaba su amiga, y moviendo la cabeza vivamente dijo: Lo creo, porque naciste para ser rica y sabes serlo... ¡Pero tu nombre, tu nombre vale más que los diez mil duros!...
Con que, triunfando de la envidia sabes, Felicemente penetrando el viento, Venciendo en curso al mismo pensamiento Prender los brutos i alcanzar las aves. I viendo que eternizas tu memoria, Porque viva tu nombre sin segundo, Escediendo los limites del suelo, Agradecidos todos á tu historia, Ellos ilustran con tu fama el mundo I ellas te suben con su pluma al cielo.
Kataliñ le ayudó á ponerse el recio gabán, y abrió la puerta de la calle mientras el doctor se calaba la boina y requería su cachaba, grueso cayado con contera de lanza, que le acompañaba siempre en sus visitas á las minas. Oye, Kataliñ dijo al trasponer la puerta. ¿Sabes quién es el muerto? El Maestrico disen.
No conozco la leyenda, solo sé que el producto del cocal se emplea en beneficio de la ermita, y que de cuando en cuando se extrae cantidad bastante de aceite para que una lámpara continuamente alumbre á la sublime madre del dolor. ¿Y nada más sabes? repliqué con creciente impaciencia.
Tú sabes bastante, y con un poco de trastienda y otro poco de farsa y mucho anuncio, mucho anuncio, negocio hecho. Créeme, yo te ayudaría». No crea usted, tía, yo también he pensado en eso. Ayer se me ocurría una aplicación del hierro dializado a sin fin de medicamentos... Creo que encontraría una fórmula nueva. Estas cosas, hijo, o se hacen en gordo o no se hacen.
A mí me gustaría cerciorarme, por una prolongada intimidad, de todas las cualidades que poseyera la dueña de mi corazón. » Ni podría desearse más repuso Magdalena. » ¿Sabes que lo que dices acusa poca modestia? » No la creas.
Amparo sonrió lisonjeada; pero hizo una fingida mueca de desdén. Lo mismo da. Ya sabes que me carga. Pues tiene muchos partidarios. ¡Calla! ¡calla! que ni tú ni él valéis un perro chico.... Anda; tráeme pronto esa gorra, y lárgate.
Palabra del Dia
Otros Mirando