United States or Christmas Island ? Vote for the TOP Country of the Week !


Sigue llorando tu culpa; desuéllate el alma con el azote de la conciencia y el cuerpo con unas disciplinas crueles; haz de tu vida en el mundo un durísimo purgatorio; pero resígnate y no trates de remediar lo que sólo de Dios debe esperar remedio.

Resígnate, resígnate, y tengamos conformidad exclamó la hija, hecha un mar de lágrimas. No puedo, no me da la gana de resignarme. Esto es un robo.... Envidia, pura envidia. ¿Qué tiene que hacer Valentín en el cielo? Nada, digan lo que dijeren; pero nada.... Dios, ¡cuánta mentira, cuánto embuste!

Dios nos libre de espectros como de bastardos... los unos y los otros acaban por pesar mucho... no pensemos en echar peso sobre nuestra conciencia. Pero... ¡no bebes, luz de mis ojos! No... me basta con la embriaguez de mi amor, ya que he perdido el corazón no quiero perder la cabeza. Resígnate á ser mío, y no esperes escapar por ningún medio; te tengo, y no te he de soltar tan pronto.

El pobre anciano me dirigía miradas tristísimas, tenía húmedos los ojos, y le temblaba la voz. Traté de consolarle, y él me interrumpió: ¡ que has de decir! Me quieres, me amas, me respetas, y deseas consolarme. ¡Gracias, hijo mío! ¡Gracias! ¡Resígnate con la voluntad de Dios! El vela por sus criaturas.

Literatura, escasa... cortesía, buena... Pero, hijo, a pesar de tus méritos, que son muchos, dada tu pobreza y humildad, ¿insistirás en hacerte indestronable, como se lo creyó el buen D. Carlos IV que heredó la corona de su padre? No, Gabriel; ten calma y resígnate. El efecto que me causó la relación de mi antigua ama fue terrible.

Comprende que cuando me he decidido á afrontar tu presencia, es que me sentía seguro de mismo. No conseguirás hacerme montar en cólera, porque me importan poco todas las injurias. Renuncia, pues, á provocar un escándalo y resígnate. Estoy aquí y, como dijo un ilustre hombre de guerra, aquí me quedo.

Para defenderla a ella, para seguir a su lado, tendría que luchar con su madre, que era el más encarnizado enemigo, perder su cariño, atropellarla tal vez. ¡Oh, no! ¡qué horror! Ya había bastante con aquella crueldad filial que entenebrecía su pasado. ¿Era acaso un ser funesto, nacido para corromper con su nombre lo más santo, lo más puro? No, resígnate, corazón mío.

No es una calaverada; es un deber. ¡Qué dices! Yo salí para salvar a mi amiga de la deshonra, y la deshonrada soy yo. Inés, oye lo que te digo. ¿Estás decidida a casarte con D. Diego? Déjate de simplezas. Pues entonces calla y resígnate a ir a donde yo te lleve.

Cayó de rodillas exhalando gemidos, y al ver á su padre forcejeando con Bailón, le dijo: «Papá, por Dios, no te pongas así. Resígnate... yo estoy resignada, ¿no me ves?... El pobrecito... cuando yo entré... tuvo un instante ¡ay! en que recobró el conocimiento. Habló con voz clara, y dijo que veía á los ángeles que le estaban llamando.