United States or Afghanistan ? Vote for the TOP Country of the Week !


«¡Oh, París!...» Esta exclamación mental del oficinista resucitó en su imaginación todos los episodios de la vida alegre que llevan los extranjeros en la gran ciudad, según él había leído en las novelas. Vió un elegante restorán nocturno, como se imaginaba que eran los restoranes de Montmartre y como los había admirado directamente muchas veces en las historias cinematográficas.

¡Esposa mía! exclamó el Rey, y la estrechó entre sus brazos. Pero el Rey era tan robusto y era tan viva la efusión de su ternura, que sin más ni menos ahogó sin querer a la Reina. Entonces fueron los gritos, la desesperación y el llamarse a propio animal, con otras elocuentes muestras de doloroso sentimiento. Mas no por esto resucitó la Reina, la cual, aunque muerta, estaba divina.

14 Porque la caridad del Cristo nos constriñe, porque juzgamos así: Que si uno fue muerto por todos, luego todos son muertos; 15 así mismo el Cristo murió por todos, para que también los que viven, ya no vivan para , sino para aquel que murió y resucitó por ellos. 3 No dando a nadie ningún escándalo, para que el ministerio no sea vituperado;

9 Porque yo soy el más pequeño de los apóstoles, que no soy digno de ser llamado apóstol, porque perseguí la Iglesia de Dios. 13 Porque si no hay resurrección de muertos, Cristo tampoco resucitó; 16 Porque si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó. 17 Y si el Cristo no resucitó, vuestra fe es vana; y aún estáis en vuestros pecados.

7 Pero id, decid a sus discípulos y a Pedro, que él va delante de vosotros a Galilea; allí le veréis, como os dijo. 8 Y ellas se fueron huyendo del sepulcro; porque les había tomado temblor y espanto; ni decían nada a nadie, porque tenían miedo. 9 Mas como Jesús resucitó por la mañana, el primero de los sábados, apareció primeramente a María Magdalena, de la cual había echado siete demonios.

63 diciendo: Señor, nos acordamos que aquel engañador dijo, viviendo aún: Después del tercer día resucitaré. 64 Manda, pues, que se asegure el sepulcro hasta el día tercero; para que no vengan sus discípulos de noche, y lo hurten, y digan al pueblo: Resucitó de los muertos. Y será el postrer error peor que el primero. 65 Y Pilato les dijo: Tenéis la guardia: id, aseguradlo como sabéis.

14 Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con él a los que durmieron en Jesús. 15 Por lo cual, os decimos esto en Palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que quedamos hasta la venida del Señor, no seremos delanteros a los que durmieron. 18 Por tanto, consolaos los unos a los otros en estas palabras.

Usted, señor Conde, nos dirá el nombre del difunto. Don Braulio González dijo el Conde de Alhedín. Cuando supo Beatriz la muerte de su marido, su dolor tocó en los límites de la desesperación; mas no le resucitó por eso. Inesita estuvo también punto menos que desesperada. El Conde, compungido por todas aquellas lástimas, se esforzó por consolar a Inés: todo le parecía poco para consolarla.

Y de tal manera escribió el famoso licenciado Pozo, que en sus versos durará la fama de la Preciosa mientras los siglos duraren. Olvidábaseme de decir cómo la mesonera descubrió a la justicia no ser verdad lo del hurto de Andrés el gitano, y confesó su culpa, a quien no respondió pena alguna, porque en la alegría del hallazgo de los desposados se enterró la venganza y resucitó la clemencia.

17 Entonces se acordaron sus discípulos que está escrito: El celo de tu Casa me consumió. 18 Y los judíos respondieron, y le dijeron: ¿Qué señal nos muestras de que haces esto? 21 Mas él hablaba del templo de su cuerpo. 22 Por tanto, cuando resucitó de los muertos, sus discípulos se acordaron que les había dicho esto; y creyeron a la Escritura, y a la palabra que Jesús había dicho.