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Actualizado: 17 de mayo de 2025


He notado que en Andalucía, al enamorarse dos jóvenes, se establece previamente entre ella y él una graciosa hostilidad, donde ambos ponen de manifiesto su imaginación en rápidas y oportunas contestaciones, diciéndose en son de burla mil frases descomedidas.

Pero los palacios, las villas y chalets que cubren sus bordes, no tienen carácter alguno... y no hay cuadro que resista cuando hacen su aparición esos comodísimos y horribles vapores, blancos y cuadrados, tortugas rápidas, símbolo del arte americano.

Bajbiana, bajbiana.... ¿Qué es que bajbiana? preguntó, la baronesa de Rag a Osorio en su afán de aprender pronto el español. Este se apresuró a explicárselo como pudo. Pepa hablaba de vez en cuando por lo bajo con Jiménez Arbós. Solían ser algunas frases rápidas que probaban la inteligencia en que estaban y al mismo tiempo el deseo de mostrarse prudentes.

El sacerdote y Gabriel pasearon hablando por las silenciosas naves. No se veían más personas que un grupo de gente de la casa en la puerta de la sacristía y dos mujeres arrodilladas ante la reja del altar mayor rezando en voz alta. Comenzaba a extenderse por la catedral la penumbra de las rápidas tardes de invierno.

Creemos haber dicho lo bastante para que el lector aprecie la utilidad del acónito en las rápidas indicaciones siguientes.

Había recibido una sacudida violenta; pero la impresión había sido tan repentina que aun no podía darse cuenta exacta de si era de placer o de pena. Se parecía al hombre que se ha caído de un tejado y se palpa para saber si está muerto o vivo. Mil reflexiones rápidas atravesaban confusamente su espíritu, como las antorchas que cruzan un campo sin disipar las tinieblas.

Pensando en esto, y mientras apuntaba a don Víctor, sin verle, sin ver nada, sin fuerza para apretar el gatillo, oyó tres palmadas rápidas y en seguida una detonación. La bala de Quintanar quemó el pantalón ajustado del petimetre. Mesía sintió de repente una fuerza extraña en el corazón; era robusto, la sangre bulló dentro con energía.

Concédame el cielo que sea á un mundo mejor, porque, en verdad, apenas creo que podré permanecer entre mis feligreses las rápidas estaciones de otro año. Y en cuanto á vuestras medicinas, buen señor, en el estado actual de mi cuerpo, no las necesito. Mucho me alegro de oírlo, respondió el médico. Pudiera ser que mis remedios, administrados tanto tiempo en vano, empezaran ahora á surtir efecto.

Hoy no se explican las rápidas conquistas de los muslimes y la difusión del Imperio del Islam, desde la India y las fronteras de la China hasta más allá por el Norte de los Pirineos, y por el Occidente hasta las olas del Océano, donde entró Ocba a caballo y la cimitarra en la diestra para dominarlas en nombre del profeta Mahoma.

Los habitantes del Norte no pueden formarse una idea de la viveza, irritabilidad y movilidad suma de las facultades del alma de los españoles; sus decisiones son rápidas como el rayo; sus pasiones son resueltas y pertinaces en lograr su fin, y cuando éste es imposible, no oyen, sin embargo, los consejos de la razón.

Palabra del Dia

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