Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 17 de mayo de 2025
Tan pronto hacía una excursión a París, tan pronto a Londres, tan pronto a Berlín y Roma; todas rápidas, porque no quería dejar a su hermanita sola mucho tiempo. En los días que pasaba en el Sotillo solía subir alguna que otra tarde al Escorial y allí conoció a Elena. Elena era huérfana de un farmacéutico.
Desde entónces comenzó á decaer Toledo, aislada y sin industria, no obstante su condicion de metrópoli de la iglesia católica en España. No habiendo pasado en Toledo sino tres dias, que son suficientes para un viajero que no es artista, apénas pude recoger impresiones rápidas.
Dos o tres pollastres matinales con cuello bajo y los puños muy sacados entraron lanzando rápidas miradas investigadoras a todos los sitios.
Hincado D. Álvaro, decía con voz más solemne que antes: «Cincuenta mil millones de millares de veces sea bendito y alabado el Santísimo Sacramento del altar», y empezaban los actos de fe, después de los cuales venía el alabar á Dios. Al llegar aquí las palabras del dueño de la casa eran cada vez más cortadas y rápidas y el coro apenas podía seguirle, anhelante y fatigado.
Eran sus frases rápidas y entrecortadas conforme a la emisión de su pensamiento, que era una especie de emisión eléctrica. Muchas veces Sofía, al pedirle su opinión sobre cualquier cosa, decía: «A ver lo que piensa de esto la Agencia Havas».
Entonces, sólo entonces se descomponía un poco; dejaba los ademanes acompasados, suaves, académicos, y encogía las piernas, se bajaba como un cazador en acecho, para disparar sobre el argumento contrario, daba palmadas rápidas, sin medida sobre el púlpito, se arrugaba su frente, se erizaban las puntas de acero que tenía en los ojos, y la voz se transformaba en trompeta desapacible y algo ronca.... Pero ¡ay! esto era perderse.
Si el que lea estas líneas ha pasado alguna noche semejante lejos de su patria, bajo las mil circunstancias que excitan el espíritu, sabrá que es uno de los únicos momentos de la vida en que el insomnio no es una amargura insoportable. ¡Se piensa en tantas cosas! ¡Pasan éstas tan rápidas y encantadoras!
Aquellas miradas, aunque serias y rápidas, penetraban hasta mi corazón, y reían allí alegremente, y sonaban como una armonía celeste, y hasta pienso que olían como un perfume embriagador. Cuanto más nos acercábamos al término de nuestro viaje, más frecuentes eran y, si no me equivoco, más duraderas también.
El monte cerrado por el agua, las tardes rápidas y tristísimas; apenas salíamos de casa, mientras la desolación del campo, en un temporal sin tregua, había ensombrecido al exceso el espíritu de mamá. Con esto, los perros rabiosos. Una mañana el peón nos dijo que por su casa había andado uno la noche anterior, y que había mordido al suyo.
Descanse pues el gran templo por tantos califas reformado y engrandecido, y manténgase como mudo testigo de las rápidas invasiones, insurrecciones sangrientas, guerras civiles y traiciones que hormiguean y zumban á su pié , hasta que le llegue el dia de mostrarse como una aparicion fantástica á los ojos atónitos de los guerreros de S. Fernando.
Palabra del Dia
Otros Mirando