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Era un lugar seguro y tranquilo, y allí podría hacer algo de provecho para su esposo. Cuando se vio en la santa pieza, de un ambiente denso por la respiración del público que había presenciado la oración de los toreros, Carmen fijó sus ojos en la pobreza del altar. Ardían cuatro luces ante la Virgen de la Paloma, pero a ella le pareció mezquino este tributo.

¡Cuántos secretos debe encerrar ese monton de piedras! ¡Qué historia tan curiosa se pudiera escribir, si la mente del hombre fuera capaz de arrancar al olvido aquellos secretos! Pero no digo bien; muchas de las cosas que han presenciado esas paredes y esos pavimentos, no podrian escribirse, porque hay en este mundo muchos arcanos que no pueden contarse.

Una cuadrilla de bandoleros ha presenciado el combate desde los riscos, y al ver huir a los turcos sale a su encuentro, disparando los pedreñales y esgrimiendo sus dagas.

Gómez y sus amigos, deseosos de hacer constar que ellos lo habían presenciado todo, hablaban de Maltrana, de sus palabras elocuentes, de la serenidad con que se había expuesto a la muerte, del balazo en un pie.

La guerra y la anarquía no se acababan; habíamos llegado al período álgido del incendio, como decía Aparisi, y pronto, muy pronto, el que tuviera una peseta la enseñaría como cosa rara. Deseaban todos que fuese Villalonga a la casa para que les contara la memorable sesión de la noche del 2 al 3, porque la había presenciado en los escaños rojos. Pero el representante del país no aportaba por allá.

El novillo suelto, persiguiendo a las jornaleras ebrias, hacía prorrumpir en ruidosas carcajadas a una juventud que, bebiendo vino, desbravando caballos y discutiendo mujeres, esperaba el momento de heredar la riqueza y la tierra de todo Jerez... ¡Pero, qué buena sombra tenía el tal Luis! ¡Y pensar que ellos no habían presenciado aquella broma!

Entusiasmado con esto el Padre Ambrosio, pintó a los frailes la pompa triunfal con que Tristán de Acuña entró en Roma. Tal vez desde los tiempos en que volvió el andaluz Trajano de conquistar la Dacia, moviendo por última vez al dios Término para que ensanchase el imperio de Roma, Roma no había presenciado espectáculo más grandioso.

Creía que era la vida de otro; algo que había presenciado y conocía con exactitud, pero perteneciente a la historia de una existencia ajena. ¿En realidad aquel Jaime Febrer que había rodado por Europa y había tenido sus horas de orgullo y de triunfo era el mismo que habitaba ahora una torre junto al mar, rústico, barbudo y casi salvaje, con alpargatas y sombrero de payés, más habituado al ruido de las olas y el chillido de las gaviotas que al trato de los hombres?...

Recibió el anciano á los dos extrangeros en un sofá de plumas de colibrí, y les ofreció varios licores en vasos de diamante, y luego satisfizo su curiosidad en estos términos. Yo tengo ciento setenta y dos años, y mi difunto padre, caballerízo del rey, me contó las asombrosas revoluciones del Perú, que habia el presenciado.