United States or Svalbard and Jan Mayen ? Vote for the TOP Country of the Week !


«Por mi parte añadió D. Evaristo , haré todo lo que pueda para que esto cuaje. Si ello tiene que suceder. Es lo práctico, amigo mío; y ya que usted es tan místico, conviene que sea un poquito práctico... Por una casualidad intervengo yo en esto... Le advierto a usted que ella desea volver...». ¡Lo desea! exclamó Rubín, dejando caer el embozo. ¡Toma! ¿Ahora salimos con eso?

GELATINA DE CREMA. Con media libra de azúcar fino se baten bien seis yemas de huevo, incorporando poco a poco un cuartillo de leche cocida y fría; se pone un poco de vainilla y se acerca al fuego, moviéndolo sin cesar y retirándolo antes de que empiece a hervir; se agregan doce hojas de pescado que se habrán disuelto antes en un poquito de agua caliente.

Luego, una vez allí, no hubo más remedio que aguantar un rato. Vino papá, y porque no saliese conmigo esperé otro poquito a que se fuese.... ¡Ahí ves! ¡Tiene gracia ese chico! dijo riendo el caballero. ¡Mucha! ¡Si es muy divertido que le averigüen a una dónde va y lo sepa en seguida todo el mundo, y llegue a oídos de mi marido! ¡Ríete, hombre, ríete!

Y ¿por qué no ha de ser cierto lo que afirma? preguntole Nieves vuelta un poquito hacia él y enviándole las palabras bajo los fuegos de una mirada firme y serena. Porque no puede ser respondió Leto con su correspondiente serenidad ; porque no hay razón para que lo sea; y, en cambio, hay una de mucho peso para que resulte mentira.

¿El traje que compraste en el Rastro? ¿Y cuánto crees que te darán? Dos piesetas y media. Yo haré por sacar tres. ¿Y lo demás? Vamos a casa migo dijo Almudena levantándose con resolución. Prontito, hijo, que no hay tiempo que perder. Es muy tarde. ¡Pues no hay poquito que andar de aquí a la posada de Santa Casilda!».

¡Calla, mal corazón! ¡Poquito que me hiciste sufrir en aquella temporá!... Yegaba en mi jaca, después de haber ido en la sierra a tiros con los del resguardo, y lo mismo era verte que abrírseme las entrañas con un miedo que me hacía temblar. «Le diré esto, le diré lo otro». Y verte y no icirte na, too era lo mismo.

Mucho me felicitaría yo de todo esto, aplaudiéndolo, si la manía del regionalismo no lo echase un poquito a perder; pero hoy quiero prescindir del regionalismo y no decir de él una palabra. Diré, , que Barcelona compite con Madrid, y aun se adelanta y supera a Madrid en muchos puntos.

La vista de aquella escena me interesó, haciéndome reconciliar un poquito con esa casa reinante que tiene monopolizados para el placer los sitios mejores, y que se olvida casi totalmente del pueblo, en tanto que aloja en un palacio sus mulas reales y sus caballos de sangre azul.

Tal vez nuestros autores pagan el desdén del público con otro desdén equivalente o mayor, pero el desdén con el desdén no tiene tan buen éxito en literatura como en cuestión de amores. Cuando no se estudia, o se estudia poquito, nadie, a no ser un ingenio portentoso, acierta a escribir algo que sea de gusto o de provecho.

Hola, Milord dijo el médico. ¿Qué, hoy no hay oficios divinos en la capilla de Baracaldo? No, don Luis dijo el contratista con cierta unción en sus palabras. Demasiado sabe usted que en nuestra religión este día no es de fiesta. ¿Y Milady, siempre tan hermosa y elegante? Vaya, no se burle usted; ya sabe que no somos más que unos pobres patanes con un poquito de protección.