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Actualizado: 31 de mayo de 2025


Mil gracias, D. Jaime, es favor. Yo pienso que cuando las bromas son inocentes, ni las de unos ni las de otros producen resultado alguno. Eso lo dice, pero no lo piensa. Ningún mozo del pueblo ni de los contornos ha conseguido amansar a mi sobrinita Rosa más que usted... Era una cabra montés, y usted la ha puesto blanda y amorosa como una gatita... ¡Qué tontería!

¿No sabe usted dijo que vamos esta tarde á la procesión del Divino Pastor? ¿? contestó Clara maquinalmente. ; pero usted no va. Han resuelto que se quede usted aquí, porque las jóvenes que están en penitencia no deben salir nunca de casa. ¿No piensa usted lo mismo? Lo mismo dijo Clara, temblando por miedo de que le conocieran en el semblante que tenía una carta escondida.

Se había observado que en los apuros de más angustia, o en los arranques de mayor empuje, don Mauricio buscaba con los ojos a Verónica, como las plantas sombrías se alargan hacia el sol que necesitan; y en topando con ella, parecía decirla en el primer caso: «¿Peero ve usted qué teema el de este chico?» Y en el segundo: «Me paarece que ésta no tiene vuueelta. ¿No piensa usted lo miismo?».

Una joven como yo... que no se pertenece; que sólo puede dar a un hombre inconvenientes; que no tiene apellido para sus hijos, no se casa y una mujer como yo cuando no piensa casarse no ama. El amor es un sentimiento: no se ama porque se quiere amar. , ; concedido: comprendo que se ama porque se ama. Pero he tenido la suerte de no enamorarme. De seguro no habrá faltado...

El aya tiene mucha confianza en , señor; harto he comprendido por sus palabras que su espíritu es presa de una pasión secreta. Y como siempre habla de vuestra amabilidad y de vuestra amistad, creo poder deducir que es en vos en quien piensa.

Así piensa el avaro poder pagar con un puñado de oro la dicha de este mundo: avaro soy y el llanto es mi tesoro.

El dice que siempre que le llega por la ventana el olor de las flores del jardín, piensa en ella.

«Cierto que te he consolado; cierto que me has pagado; pero no lo hay. Ya sabes que aquí murió el fiar... Pues ; que están unos tiempos divinos... Pero di, quimerilla, ese hombre, ese hombre, ¿en qué piensa que no te da...? Lea usted replicó Isidora alargando la carta con un gesto y tono que se usan mucho en los dramas. ¡Oh!, no; ya sabes que me estorba lo negro.

La gente me mira con lástima, como a un enfermo; pero yo, en , me recreo en lo sano de mis juicios. Dichoso el que piensa bien, porque él está en grande».

La primera gestiona sus negocios, piensa y observa, va y viene con un pañuelo lleno de cuentas, reclamos y papeles; la segunda, comparte la vida entre el baño, el petate, las fiestas y los paseos á la luz de la luna.

Palabra del Dia

rigoleto

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