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Actualizado: 31 de mayo de 2025
Una noche en que el traspunte se sentía, por el ayuno forzoso de muchos días, más enamorado que otras veces, dijo algunas palabras rápidamente al oído de María y se perdió entre los bastidores.
Sentáronse luego, anduvo la cosa de buena manera, y queriendo jugar antes el dinero que el tiempo, en poco rato perdió Lope seis escudos que tenia, y viéndose sin blanca, dijo que si le querían jugar el asno, que él le jugaría. Acetáronle el envite, y hizo de resto un cuarto del asno, diciendo que por cuartos quería jugarle.
Viéndose en el camino, á cierta distancia de la taberna, echó á correr, y cerca ya de su barraca arrojó en una acequia el pesado taburete, mirando con horror las manchas negruzcas de la sangre ya seca. Batiste perdió toda esperanza de vivir tranquilo en sus tierras. La huerta entera volvía á levantarse contra él.
Es verdad dijo riendo Juanito ; pero sin eso no puede haber ejército, y el ejército es necesario. No discutamos si es necesario o no. La Iglesia terminó porque ya no hay fe; la gloria militar ha acabado para siempre en España porque no hay guerras de conquista, y nuestro carácter de potencia batalladora se perdió, afortunadamente, hace siglos.
No se cansó de hablar hasta muy avanzada la noche, siempre sobre el mismo tema y con iguales demostraciones dolorosas. Al fin su voz se perdió para mí en el vacío de un silencio profundo, porque me quedé dormido, cediendo mi atención y curiosidad a la fatiga y flaqueza de ánimo que me consumían aún.
Aunque hace más de dos años que perdió a su madre, y más de año y medio que enviudó, Pepita lleva aún luto de viuda. Su compostura, su vivir retirado y su melancolía son tales, que cualquiera pensaría que llora la muerte del marido como si hubiera sido un hermoso mancebo.
Al verse solo y mano a mano con Lucía en el carruaje, Miguel perdió la serenidad: no supo por lo pronto más que continuar la conversación empezada, hablando de su afición al campo y del placer que tendría en pasear largo todos los días; pero la vida de Madrid, las visitas, la moda... estaba cortado, aturdido; no sabía por dónde empezar.
De aquel modo se perdió también un admirable artículo sobre «Los recursos de Humboldt County» que había yo compuesto la noche antes, y que, sin duda alguna, hubiera cambiado el aspecto de los negocios del año siguiente y llevado a la bancarrota a los muelles de San Francisco.
Durante todo este coloquio, doña Inés miraba por la claraboya, y a menudo sentía la comenzón de tomar parte en él, hablando desde allí; pero el temor de lo ridículo enfrenaba su lengua. Don Andrés perdió entonces su circunspección y su calma. No pudo contenerse más. Ámame dijo. Y se abalanzó a Juanita y la ciñó con fuerza entre sus brazos.
Aquél se sintió acometido de tal susto, repugnancia y horror que, después de vacilar unos momentos, perdió el sentido y se desplomó sobre el pavimento. Viéndole caer, la joven se levantó con presteza del lecho y acudió solícita a socorrerle.
Palabra del Dia
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