Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 20 de julio de 2025
Habiéndoseme dado toda clase de satisfacciones, pensé que no tenía razón alguna para dejar, á lo menos bruscamente, una posición y ventajas que después de todo me son necesarias, y cuyo equivalente me sería muy difícil hallar inmediatamente.
»Al escuchar sus palabras sentí el aguijón del remordimiento y estuve a punto de revelárselo todo; pero pensé en Magdalena para quien el disgusto que ello le hubiera ocasionado habría sido más pernicioso que la entrevista en proyecto, y esta consideración me dio fuerzas para abstenerme de decir nada a su padre. »Por lo demás, cuando sea necesario yo velaré sobre mí y sabré dominarme.
Parece mentira que seamos tan amigos ¿no es verdad? Yo pensé cuando le dejé caer la muñeca encima que le había matado... ¡Qué miedo tuve! ¡Si V. viera!... Vamos a ver ¿por qué en lugar de enfadarse se sonrió V. conmigo? ¡Toma! porque me gustó V. mucho. Eso pensaba yo: debí de haberle sido simpática , porque sinó la verdad es que tenía motivo para ponerse furioso.
En seguida pensé que este escondrijo podría serme útil algún día. No sabía entonces para qué...; pero así que pasó tiempo, cuando hice las primeras salidas de contrabando a Landau, Khel y Basilea con Jacobo Zimmer, y cuando los carabineros se dedicaron a perseguirnos durante dos inviernos, la idea de la cueva abandonada comenzó a rondar mi pensamiento desde la mañana hasta la noche.
¡Ah! pero entonces el terrible sueño que me oprimía como una piedra, se deshizo como un vapor sutil y desperté... ¡Oh! ¡qué íntima, qué inmensa alegría inundó mi ser, cuando pensé que Valentina era libre! Mi vida no cambió mucho por cierto con el casamiento de mi tío Ramón.
Cuestión de pocos días. En el pueblo, hija mía, los procedimientos son breves. Ya ves cómo se matan. Pues lo mismo es el amor. Un día le dije: «Si quieres probarme que me quieres, huye de tu casa conmigo». Yo pensé que me iba a decir que no. Pensaste mal... sobre todo si en su casa había... leña. La respuesta fue coger el mantón, y decirme vamos. No podía salir por la Cava.
Indudablemente lord Gray estaba loco. Yo no pude menos de reír oyéndole, en lo cual me imitaron los pilletes a quienes se dirigía, y pensé que las ideas expresadas por él eran frecuentes entre los extranjeros que venían a España. Si eran exactas o no, mis lectores lo sabrán. Amigo me dijo el lord uno de los placeres más halagüeños de mi vida es pasar largas horas entre las ruinas.
Me basta saber que mañana a la noche tengo que venir a Cádiz para ponerme a disposición de un amigo a quien estimo mucho. Yo pensé que lord Gray escondería de mis ojos el papel que tan extraños avisos traía para él, pero con gran sorpresa mía, me lo mostró. Era una hoja de un libro, en cuyo margen había algunas rayas con lápiz. ¿Esta es la carta?
Era inútil; lo sabía todo. Pero, ¿por quién? ¿Quién se lo había dicho? Como no fuí yo, tenéis que haber sido vos. ¡Ah! Cuántas veces temí que vuestro estúpido amor por esa mujer nos trajera una desgracia; pero nunca pensé que llegarais a encegueceros hasta ese exceso de locura y de crimen... Siento que se me va la cabeza.
«He venido dijo al fin la mendiga porque me pensé, un suponer, que estarías muerto de hambre. Mí no comier... ¿Haces penitencia? Podías haberte puesto en mejor sitio... Este micor... monte bunito. ¡Vaya un monte! ¿Y cómo llamas a esto? Monte Sinaí... Mí estar Sinaí. Donde tú estás es en Babia. Tú vinir con ángeles, B'nina... tú vinir con fuego.
Palabra del Dia
Otros Mirando