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Actualizado: 24 de noviembre de 2025
Si no encontraba cautivo ninguno que redimir, debia ayunar por espacio de dos meses; pero esta penitencia podia conmutarse con alimentar á 60 pobres.
Todos los demás individuos de paraguas encarnado y gorro negro eran también lucios y gorditos, señal indudable de no ser gente muy dada a la penitencia. Pronto encontró Salvador a su amigo, y no le encontró embriagado ni jugando, sino en tertulia con otros tres militares y dos paisanos. La sorpresa y alegría del coronel fueron grandes.
Eran más de las siete, y a él le esperaban en su casa. Pero doña Sol púsose de pie con sonriente violencia, como si quisiera oponerse a su marcha. Debía quedarse. Comerían con ella: una invitación de confianza. Aquella noche no esperaba a nadie. El marqués y su familia se habían ido al campo. Estoy solita... Ni una palabra más: yo mando. Se quedarán ustedes a hacer penitencia conmigo.
Nos iremos los tres a un desierto a hacer penitencia y comer yerba. Cállese usted. Usted es la que se va a callar... a ver si se duerme y se le calman los nervios. La salida de hoy no tendrá consecuencias. ¿Sabe usted lo que venía pensando?, que si encontraba mal a la buena moza, me quedaría aquí esta noche. Y al salir de casa, le dije a mi madre que quizás no volvería.
Ustedes harán penitencia, señores, exclamó el Anfitrión una vez sentado; pero hay que hacerse cargo de que no estamos en Genieys: frase que creyó preciso decir. Necia afectación es ésta, si es mentira, dije yo para mí; y si verdad, gran torpeza convidar á los amigos á hacer penitencia.
Luego, María Teresa repuso: Yo ya no soy golosa... ¡Pero aun le gustan los helados! Juan, usted se ha puesto insoportable. En penitencia, tome usted esta rosa, que la llevará consigo todo el día, para que le recuerde que ha sido mordaz con su antigua amiga... ¡Vamos, adiós!
Su loco cuerdo es un verdadero caos de prodigios sin fundamento, que en vez de inspirar devoción, como su autor intenta, sólo excitan aversión y repugnancia. Cuenta la historia de un rico comerciante, que de repente se convence de la frivolidad de los bienes mundanos, y se retira al desierto para hacer rigurosa penitencia el resto de sus días.
El militar se arroja de mal humor en el cabriolé, entre un francés que le pregunta: ¿Tendremos ladrones? y un fraile corpulento, que con arreglo a su voto de humildad y de penitencia, va a viajar en estos carruajes tan incómodos.
Si quieren servir á sus semejantes, háganlo dejando ver de un modo patente el poder y realidad de la conciencia, humillándose voluntariamente y haciendo penitencia. ¿Querrás hacerme creer, ¡oh sabio y piadoso amigo! que un falso exterior puede hacer más por la gloria de Dios ó el bienestar de los hombres, que la pura y simple verdad? Créeme, esos hombres se engañan á sí mismos.
La fama de la santidad y de la inocente y bondadosa indulgencia del padre Juan, hace que sean los niños y las jovencitas, educadas con el mayor recato, los que acudan a confesarse con él, en el tribunal de la penitencia. El optimismo del padre Juan y su dichosa manera de ver cuanto existe como al través de un prisma de color de rosa, vienen a corroborarse por la bondad de sus penitentes.
Palabra del Dia
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