Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 10 de mayo de 2025
Es tan grande, que ninguno de los indios dá noticia de su término; es profunda, y muy abundante de peces: en ella tienen los españoles muchas canoas para el ejercicio de la pesca, y para la comunicacion de tres islas mas pequeñas, que hay en medio de dicha laguna ó mar, como los indios le llaman.
Y aquella tarde vendió a otros del oficio, por la mitad de precio, cuanto había en los escaparates, y la botica quedó limpia sin necesidad de escoba. Cuando al día siguiente fué Carapulcra en busca del compañero para dar principio al balance, se encontró con que el pájaro había volado, y por única existencia la garrafa de los peces.
Luego miró el mar; el señor tenía razón: ya no picarían los peces, pero él estaba satisfecho de la jornada.
Sus mares sólo contenían peces. Eran hombres fríos, de pocas palabras, económicos, amigos del orden y de la jerarquía social. Su sobrino adivinaba en ellos el coraje del hombre de mar, pero sin jactancia ni acometividad.
Algunos de aquellos moluscos se llaman anémonas, otros pelagias, y los peces fosforescentes scopelus, ergysopeletas, chanliodas, etc., etc. Una fosforescencia más maravillosa aún es la producida por los nottiluche, pequeñísimos moluscos, invisibles por lo común, y que tienen la forma de un círculo alargado por uno de sus polos, con un apéndice movible provisto de una membrana resistente.
Todos esos grupos llaman la atencion por su ferocidad, ó su inteligencia, ó su corpulencia, ó Sus particularidades. Pero lo mas acabado y bello en el jardin Zoológico, ó al menos lo que mas interesó mi curiosidad, fué la inmensa variedad ornitológica, el pequeño palacio de los peces y animales marinos y la coleccion de los reptiles.
Hombres y peces carnívoros caían sobre ellos abriendo anchos surcos de destrucción. Pero las brechas se cerraban instantáneamente, y el banco viviente seguía su camino cada vez más denso, como si desafiase á la muerte. Cuantos más destruían los enemigos, más numerosos eran. Las columnas en marcha, espesas y profundas, copulaban y se reproducían sin detenerse.
De nuestro rio Argentino y su grandeza Tratar quiero en el canto venidero, De sus islas, y bosques y belleza, Epilogo haré muy verdadero. Ninguno en lo léer tenga pereza, Que espero dar en él placer entero, De cosas apacibles y graciosas, Y dignas de tenerse por curiosas. En este canto se trata de la grandeza del Rio de la Plata, del Paraguay, y de las islas, peces, aves que hay en ellos.
Un mundo de peces voraces flota sobre mi cabeza; el hombre, mi cruel admirador, me da el castigo á que me ha hecho acreedora mi belleza. Perseguida en los mares de la India, hasta en las aguas del polo, he sentado mis reales en California, y se me exporta á toneladas.» No atreviéndose á salir la infortunada, ha encontrado un medio sutil para que llegue hasta ella el aire y el agua.
Las manos le bailaban a Loppi del asombro. Ya ves, leñador le dijo el camarón, que no soy desagradecido. Ven acá todas las mañanas, y en cuanto digas: «¡Al morral, peces!» tendrás el morral lleno, de los peces colorados, de los peces de plata, de los peces amarillos. Y si quieres algo más, ven y dime así: /P «Camaroncito duro, Sácame del apuro»: P/ y yo saldré, y veré lo que puedo hacer por ti.
Palabra del Dia
Otros Mirando