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Actualizado: 19 de mayo de 2025
De manera que vuestra pureza se acredita mediante la facilidad con que inventáis actos impuros; vuestra religiosidad se cifra en la aptitud maliciosa para imaginar el pecado. ¡Qué grosero materialismo! ¡Qué cabeza tan atormentadas y lúbricas debéis de tener las personas puras y religiosas! Parecerá uno de esos reservados que hay en las barracas de feria, con figuras de cera, para hombres solos.
Entonces todos los apetitos obedecían á la razon, y esta al soberano orden que habia establecido el Criador entre las criaturas racionales. Despues del pecado empezaron á dominar la ignorancia, la malicia, y la concupiscencia.
Ni yo quiero que te metas monja, sino todo lo contrario, ni por más que miro alrededor de ti descubro los peligros que te cercan. Yo no deseo que te vengues de doña Inés ni de nadie; pero, en todo caso, de ella y no de mí tendrás razón para vengarte. Y perdona, además, que sea franco contigo y que te acuse de un pecado constante y aun prolijo en ti: tu hipocresía tenaz.
16 Y dijo Memucán delante del rey y de los príncipes: No solamente contra el rey ha pecado la reina Vasti, sino contra todos los príncipes, y contra todos los pueblos que hay en todas las provincias del rey Asuero. 21 Y agradó esta palabra en ojos del rey y de los príncipes, e hizo el rey conforme al dicho de Memucán;
Por esta se allega el hombre á los objetos mundanos y sensibles, y se aparta de Dios, porque el conocimiento de su verdadera felicidad por el pecado le tiene obscurecido, y el de las cosas sensibles muy vivo, y vehemente; de aquí es, que va tras de estas, y se aleja de aquella.
La mujer, que allá en el claustro representaba la suma de todas las tentaciones, peligros y asechanzas mundanales, el escollo que ante todo debía evitar el hombre para perseverar en el buen camino, el ser á quien los monjes del Císter no podían mirar sin pecado ni tocar sin exponerse á los más severos castigos de la regla.
Hay cierto espíritu de independencia en el pecado, que lo hace simpático cuando no es excesivo. Pocas son por el mundo las criaturas que, hallándose con las encías provistas de dientes, se deciden a no morder, o reconocen que hay un placer más profundo que el de hincar los dientes, y es no usarlos.
No habrá pecados ni crímenes, sino errores. La inteligencia se engañará y presentará a la voluntad lo que es malo como bueno. Así sería, dijo el Padre, si fuese necesario todo error; pero el error no es necesario siempre. En el error puede haber libertad, y por consiguiente pecado.
A mí me lo es mucho; me cuesta trabajo desprenderme de una pasión que a fuerza de tiempo casi se ha convertido en costumbre. Existe, además, por desgracia, entre los dos un lazo imposible de romper por completo. El Destino ha hecho nacer del fango de nuestro pecado una flor hermosa, una cándida azucena.
21 ¿Qué fruto, pues, teníais de aquellas cosas de las cuales ahora os avergonzáis? 22 Mas ahora, librados del pecado, y hechos siervos a Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin la vida eterna. 4 Así también vosotros, hermanos míos, sois muertos a la ley en el cuerpo del Cristo, para que seáis de otro, del que resucitó de los muertos, para que fructifiquemos a Dios.
Palabra del Dia
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