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Actualizado: 23 de junio de 2025


De un año a otro Celestina piensa con ardor en la cantidad de novedades que podrá introducir en los pasteles y por toda recompensa no ambiciona más que cumplimientos, lo que, entre paréntesis, no le falta, pues todas conocen su flaco y la adulan. A las dos y media empezó a oírse la campanilla. Genoveva, Petra, Paulina y Francisca llegaron de las primeras. Siguioles de cerca la señorita Sarcicourt.

En este año fué procesado Martín de la Cruz pastelero que vivía en la Puerta del Arenal, al Cantillo de la Mancebía, porque se le averiguó que empleaba en sus pasteles carne hedionda unas veces y otras en vez de vaca puerco ó carnero. Celebró esta ciudad con mascaras, procesiones y otros regocijos la gran victoria de Lepanto.

Agolpáronse los invitados en torno á la mesa, admirando los grandes platos que ocupaban su centro, como algo imposible de conquistar. Eran magníficos pasteles y pirámides de frutas enormes, que se destacaban majestuosos sobre otras cosas de menos importancia.

Después que la tía Quica depositó majestuosamente sobre la mesa sus regalos, la señora, como compensación, metió en su cesta la media docena de pasteles que Miss había aplastado en su caída, y además le dio un duro, no sin antes luchar con la labradora, que juraba y perjuraba que nada quería, mientras en sus ojos brillaba la codicia.

Parece un sueño. El tetraedro es un sueño. Sólo es verdad el amor, el bien, la amistad. Dentro de la casa, los asilados, en fila, están aguardando que lleguen Apolonio y Belarmino, a fin de ponerse al punto en marcha hacia el comedor y los pasteles. ¿Por dónde andarán esos chiflados? pregunta la hermana de los Dolores. Y sale en busca de ellos.

La llamó, pero Obdulia se disculpó diciendo que esta tarde tenía que pasarla en casa de Visitación para hacer las empanadas de la merienda... ya sabes, la de la tertulia de la otra.... , ya . Con que allí las tienes, con los brazos al aire... y... ya sabes... en fin, que está el horno para pasteles. En honor de la verdad observó Mesía la viuda está apetitosa en tales circunstancias.

Usted lo ha de ver, Martínez prosiguió Villamelón ; el jueves próximo haré servir los dos pasteles sin decir lo que contienen, y veremos por cuál se declaran las opiniones. ¿Me entiende usted, Martínez?... Excuso decirle que cuento con su voto.

PASTELES DE PATATA. Cuézanse patatas enteras; se les quita la piel, se machacan o prensan y se les agrega mantequilla y huevo. Bátase bien, sazónese de sal y se forman los pasteles rellenándolos con picadillo, que estará ya frito, se rebozan los pasteles en huevo batido y se fríen.

Yo soy solamente el que falto, y yo estoy aquí ahora. Todos los otros que no son venidos al rendez-vous es porque son muertos y en la eternidad de la nada. ¡Ay! suspira la hermana, sin elevar los ojos, contra todas las reglas del bien suspirar . Los de aquí estamos también muertos y miramos el mundo desde la perspectiva de la eternidad. ¡Qué idea! Pero comemos todavía pasteles.

Los grandes pasteles y las frutas ricas que adornan el centro son alquiladas por una noche, lo mismo que sus domésticos. Todos lo saben, y nadie se atreve á tocar esas cosas apetecibles por miedo á su enfado. La gente se limita al y las galletas, fingiéndose desganada. Cesaron en sus murmuraciones para aplaudir á la poetisa, y ésta, enardecida por el éxito, empezó á declamar nuevos versos.

Palabra del Dia

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