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Actualizado: 7 de julio de 2025
Algunos de estos veían a Juanita en la antesala, y como allí estaba sin cubrirse la cabeza y sin ocultar y dar sombra a la cara, con el mantón muy echado hacia adelante, según el recato y el beaterio lo exigen, Juanita, sin poderlo evitar, no les parecía saco de paja, y a menudo la miraban por estilo pecaminoso.
Este suceso ha hecho que mis hijas comprendan lo que son estas eternas separaciones de familia que la muerte produce, y que ellas habrán de sufrir tarde o temprano. A los niños no se les debe ocultar estas tristes escenas de la vida. Antes por el contrario, hay que hacer por que las vean. ¿Aprender a sufrir no es, pues, aprender a vivir? 3 de julio de 1801.
No me acuerdo... ¿En qué querrías tú que pensase? El conde vaciló un momento; pero animado por la graciosa sonrisa de su ex-novia se atrevió a articular: En mí. Fernanda le miró en silencio, con curiosidad burlona bajo la cual chispeaba una alegría imposible de ocultar.
Por último, obrando astuta y sagazmente, tuvo la horrible precaución de ocultar los verdaderos nombres de los niños, que eran los de sus padres, llamándolos Juan y Pedro, ardid en que estaba fundado su propósito: hecho todo lo cual desapareció del pueblo.
De su pasado miserable sólo quedaba en él un vestigio: el respeto a la casa de los Brulls. Trataba con cierta altanería a toda la ciudad, pero no podía ocultar el respeto que le inspiraba doña Bernarda, al cual iba unida una gran gratitud por la amabilidad con que le distinguía al verle rico y el interés que mostraba por su pequeña.
No había más que verle, descolorido, con una palidez amarillenta, tirante la piel de la cara como si fuese a marcar con fidelidad enfermiza los relieves del hueso; sin más animación que aquel fuego que brillaba en sus ojos como una chispa de loca alegría. ¡Oh familia desgraciada! ¡todos iguales!... La madre hacía esfuerzos para ocultar la verdad a Remedios. ¡Pobre muchacha!
Opuso un mutismo desesperado á las preguntas de Esteban, y al fin exclamó: ¡Tu padre nos abandona!... ¡Tu padre se ha olvidado de nosotros!... Y salió del comedor para ocultar las lágrimas que habían afluído á sus párpados. El muchacho durmió algo intranquilo, pero durmió.
Esto no era malo: pero sí que la Amparo se ingiriese en ellos con autoridad, porque no hacía más que disparates. Se daba, sin embargo, bastante maña para ocultar la locura de su querido. Los días en que le veía sobrexcitado o incoherente en sus palabras teníale encerrado. Sólo cuando estaba más tranquilo y racional se aventuraba a salir con él en coche y procurando que no hablase con nadie.
Yo fui el fruto de aquel error. »Mi madre no pudo disimular su falta a sus padres, y éstos, aunque cariñosos y buenos, eran demasiado orgullosos para tolerar que Jaime Evrard la reparase. Se limitaron a tomar las precauciones necesarias para ocultar mi nacimiento a todo el mundo, y me enviaron con mi nodriza a esta aldea, donde fui bautizada bajo los auspicios de la señora priora.
No lo podía evitar: tenía esa vanidad madrileña que pretende cubrir con perifollos de seda la falta de ropa blanca, y que prefiere el adorno de la sala al cuidado de la alcoba. Pepe participó también, en cierto modo, de ese sentimiento que tiende a ocultar al prójimo la propia miseria.
Palabra del Dia
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