Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 1 de junio de 2025


A este fin, no sin grande riesgo suyo, quiso registrar el país para observar más de cerca los pasos del enemigo; y pasando por las Rancherías de los Boxos, Tabiquas y Taus, fué recibido de ellos con mucho agrado.

Todos veíamos perfectamente que la cosa apenas comenzaba. Dirigíme á la playa, y en aquel trayecto asaz largo tuve ocasión de observar, de estudiar en una zona de nubes que, á mi entender, podía extenderse en todas direcciones cosa de ocho ó diez leguas.

Mascullando estas palabras se apartó de Nieves sin detenerse a observar el estrago causado en ella por sus nunca vistas destemplanzas. En parecido temple de nervios le halló poco tiempo después don Claudio Fuertes.

Harto sabía que el desahogo y libertad revelan quizá más ausencia de malicia que la cautelosa reserva; mas con todo eso, le maravillaba la extremada sencillez de aquella criatura. Era preciso, para entenderla, observar que la salud poderosa del cuerpo le había conservado la pureza del espíritu.

Un gran silencio se cernió sobre la estupefacción de todos. Creo que hubiera sido curioso observar las fisonomías, pero yo no tuve la serenidad necesaria. Se murmuraba en voz baja palabras de asombro y de vaga simpatía, pero nadie tenía gana de reír.

Al joven se le ensanchó el corazón al observar el tono resuelto de estas palabras y dirigió a la aldeana una mirada cariñosa. Desde aquel día no puso más los pies en su casa por no tropezar con Tomás, cuya enemistad ya no ignoraba; pero la vio todas las tardes en el molino.

Pero es bien sabido que esta aparente naturalidad, como se puede observar en las obras más sublimes de la poesía y del arte, es justamente el resultado de la constitución orgánica más perfecta, y del conjunto armónico, que forma su punto más culminante.

Cuando entró en la sala de juego le vió al fin venir hacia ella con la faz radiante. Toda su tristeza se había disipado al verla y al observar que le buscaba. Si quieres que hablemos un momentito, vente al despacho de papá. Saliendo al corredor lo hallarás a mano derecha le dijo rápidamente y con acento cariñoso. Y se fué.

Unos traían al pescuezo, en señal de los centenares de azotes que habían de recibir, una cuerda anudada varias veces, a lo largo, y el pueblo contaba en voz alta los nudos, entonando un coro compungido y socarrón, a fin de aumentar el oprobio; otros se señalaban a distancia por la bayeta amarilla de los sambenitos, y la experta multitud deducía las culpas y condenaciones con sólo observar los pintarrajos de aquellos capotes de infamia que, ora llevaban un aspa roja, media o entera, ora las dos aspas del martirio de San Andrés.

Y aun así, hay no poco que observar. Yo soy entusiasta admirador del poder de la palabra, hablada o escrita. Y, sin embargo, no puedo menos de reconocer que los hombres que más han contribuido al progreso y a la mejora moral de nuestro linaje, así en la sociedad como en el individuo, ni han escrito novelas, ni apenas han escrito cosa alguna.

Palabra del Dia

aconséjele

Otros Mirando