Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 19 de mayo de 2025


La limeña de marras no conoció peluquero ni castañas sino uno que otro ricito volado en los días de repicar gordo, ni fierros calientes ni papillotas, ni usó jamás aceitillo, bálsamos, glicerina ni pomadas para el pelo. El agua de Dios y san se acabó, y las cabelleras eran de lo bueno, lo mejor.

A la fe, señor nuestro amo, el mal ajeno de pelo cuelga, y cada día voy descubriendo tierra de lo poco que puedo esperar de la compañía que con vuestra merced tengo; porque si esta vez me ha dejado apalear, otra y otras ciento volveremos a los manteamientos de marras y a otras muchacherías, que si ahora me han salido a las espaldas, después me saldrán a los ojos.

Mientras comieron, Fortunata contemplaba a su marido, más que en la realidad, en misma, y de este examen surgía un tedio abrumador, y la antipatía de marras, pero tan agrandada, tanto, que ya no cabía más. Y la perversa no trató de combatir aquel sentimiento; se recreaba en él como en una monstruosidad que tiene algo de seductora.

Cuanto más, que harta ocasión tengo en la larga ausencia que he hecho de la siempre señora mía Dulcinea del Toboso; que, como ya oíste decir a aquel pastor de marras, Ambrosio: quien está ausente todos los males tiene y teme. Así que, Sancho amigo, no gastes tiempo en aconsejarme que deje tan rara, tan felice y tan no vista imitación.

Estaba convencido de que, sin una precaución por el estilo, en todas partes serían él y su mujer los taberneros de marras, por grandes que fueran sus caudales. Se ve, pues, que, en el fondo de la cuestión, estaban perfectamente de acuerdo Juana y su marido. Y dejando esto bien consignado, porque importa, volvamos a tomar el hilo de nuestra historia.

Extendíase allí un lagunato, cuyas orillas estaban cubiertas de mulghe, césped fortísimo que suele alcanzar hasta quince pies de altura, y de marras, o madres de las lianas, como también se las llama por su desmesurado tamaño. No sigas, Cornelio dijo el Capitán . Entre estas plantas pueden esconderse salvajes. Pero harían algún ruido, y yo no oigo nada, tío.

Todas son elegantes, todas son bonitas, todas son muy blancas, la institutriz de marras inclusive, que, además de muy blanca, es muy sonrosada, ¡una manzanita! ¡Pero aventaja a todas también ese diablillo de Mariana! ¡Mariana! de puro rostro oval, mate blancura, grandes ojos en que voltejea la ironía y pequeños dientes de roedor.

Después desto, consideraba aquel tener cerrada la puerta con llave ni sentir arriba ni abajo pasos de viva persona por la casa. Todo lo que yo había visto eran paredes, sin ver en ella silleta, ni tajo, ni banco, ni mesa, ni aun tal arcaz como el de marras: finalmente, ella parecía casa encantada. Estando así, díjome: ", mozo, ¿has comido?"

Mutatis mutandis, puede decirse que el hijo de Salomé pensaba como el campanero de marras, proponiéndose honrar con crímenes la memoria de su madre. Gozaba Lima de aparente tranquilidad, pues ya se empezaba a sentir en la atmósfera olor a chamusquina revolucionaria, cuando de pronto cundió grave alarma, y a fe que había sobrado motivo para ella.

No advirtió en él ningún indicio de las extravagancias de marras. «La señora no tiene hijos... ¡Qué lástima! exclamó Ido . Dios no sabe lo que se hace... Y yo pregunto: si la señora no tiene niños, ¿para quién son los niños? Lo que yo digo... ese señor Dios será todo lo sabio que quieran; pero yo no le paso ciertas cosas».

Palabra del Dia

commiserit

Otros Mirando