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Actualizado: 16 de septiembre de 2025


Y en su pirámide de cinco terrazas se levantaba por sobre toda la ciudad, con sus cuarenta templos menores a los pies, el templo magno de Huitzilopochtli, de ébano y jaspes, con mármol como nubes y con cedros de olor, sin apagar jamás, allá en el tope, las llamas sagradas de sus seiscientos braseros.

Hombre añadió el fiscal repantigándose en su silla y metiendo los pulgares por las sisas del chaleco : un Alejandro que tiene por hermanos a un Héctor y un Aquiles, no puede ni debe ser otro de menor talla que el de Macedonia, el Magno, que llamamos la Historia y yo. Además, según mis noticias, es tuerto como su ilustre padre, el jumista Filipo. Otro rasgo de familia...

El amigo García gozó el privilegio de asistir a estos ensayos y hacer sobre ellos profundas y sabias disquisiciones, aunque siempre confidenciales, esto es, cuando se ponía al habla con Tristán. De otra suerte, sentía por el anciano académico un medroso respeto. Desde que comenzaron los ensayos todas las facultades psíquicas de García se concentraron en este magno acontecimiento.

Una religión con moldes definidos e inflexibles, con sistema moral completo, había sido adoptada viniendo de fuera; sobre estos fundamentos habían razonado y filosofado sabios enciclopédicos como Alberto Magno y Santo Tomás de Aquino; y, por último, no se ignoraba la antigua cultura helénica, anterior y posterior al Cristianismo.

Las victorias sucesivas de Ordoño I, Alfonso el Magno y Ordoño II, dilataron los dominios de esta monarquía, que entonces se llamó de León, hasta la bahía de Vizcaya, el Duero portugués y los montes de Guadarrama.

Era como estar en el Circo entre fieras, y llamarlas, azuzarlas, pincharlas.... ¡Mejor! así debía ser». El Magistral había sido desde el principio de la batalla entusiástico partidario de la declaración. «Era el valor, la voluntad enérgica, la afirmación del imperio, una aventura teológica, parecida a las de Alejandro Magno en la guerra y las de Colón en el mar».

Si la Escritura no fuese de origen divino, ¿cómo se explica que Isaías pudiese profetizar que Jesús nacería de una virgen y que había de ser en Belén? ¿Cómo pudo el mismo Isaías, siglo y medio antes de Ciro, señalar a éste como libertador de los judíos? ¿Cómo pudo Daniel, bajo el imperio de Nabucodonosor, profetizar el nacimiento de Alejandro Magno y muchas particularidades de su historia?

Desesperábase de ver la flojedad y caridad poca de Sancho su escudero, pues, a lo que creía, solos cinco azotes se había dado, número desigual y pequeño para los infinitos que le faltaban; y desto recibió tanta pesadumbre y enojo, que hizo este discurso: -Si nudo gordiano cortó el Magno Alejandro, diciendo: ''Tanto monta cortar como desatar'', y no por eso dejó de ser universal señor de toda la Asia, ni más ni menos podría suceder ahora en el desencanto de Dulcinea, si yo azotase a Sancho a pesar suyo; que si la condición deste remedio está en que Sancho reciba los tres mil y tantos azotes, ¿qué se me da a que se los él, o que se los otro, pues la sustancia está en que él los reciba, lleguen por do llegaren?

9 La fuerza de la verdad, del Dr. D. Francisco Malaspina. 10 La hija del mesonero, fiesta que se representó á SS. MM. en Palacio, de D. Diego de Figueroa y Córdova. 11 El galán de su mujer, de D. Juan de Matos Fragoso. 12 La mayor victoria de Constantino Magno, de Don Ambrosio Arce de los Reyes. 1 El Conde Lucanor, de D. Pedro Calderón. 2 Fingir y amar, de D. Agustín Moreto.

Y sin embargo, con ser Hegel tan original y poderoso pensador, y con tener una tan fecunda y constructora fantasía y un vigor tan sublime para sintetizarlo todo armónicamente, combinando lo real y lo ideal y encerrándolo dentro de su idea, que eternamente se desenvuelve, todavía me parece Hegel pequeño cuando acerco la imagen que de él concibo a la imagen colosal con que se representa en mi mente el prodigioso maestro del magno Alejandro.

Palabra del Dia

passaro

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