Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 26 de mayo de 2025


Mis ojos debieron expresar tan sincera admiración que se ruborizó levemente. Papá duerme todavía me dijo. Entonces, me retiro; ya volveré. Nada de eso; pase usted, que no tardará en levantarse. Me obligó a pasar a un salón lujosamente decorado con tapices y objetos antiguos de gran valor.

Las dalagas iban lujosamente vestidas, montando ligeros caballos. El Gobernadorcillo de Atimonan tenía preparada bajo un bonito kiosko, una suculenta merienda. Lo delicioso del lugar, las frescas brisas del Pacífico cuyas espumas llegaban á nuestros pies, y la armonía de la música que se mezclaba con el eterno y acompasado murmullo de las ondas, nos retuvo más tiempo del que debíamos.

Pero aun hay más. Cuando don Simón suspende, dos veces al día, sus tareas, sube al primer piso; y atravesando alfombradas estancias, alfombradas, así como suena, entra en un gabinete lujosamente amueblado también, y allí se cambia la bata por un elegante traje de calle; se quita el gorro de la cabeza, en la cual ocasión puede vérsela coronada por una calva nada aristocrática por cierto, y se pone el grave, reluciente sombrero de copa.

El Consuelo advierte al hombre el peligro que le amenaza, pero se deja seducir y acepta la hospitalidad que se le ofrece. La Reina lo recibe afable, y ordena á la Vanidad y á la Ostentación que adornen lujosamente el aposento del Engaño, á la Sensualidad que le prepare un filtro amoroso, al Sueño que lo divierta con imágenes halagüeñas, y á la Curiosidad y á la Mentira que cuiden de distraerlo.

El joven fue a sentarse cerca del velador que había en el centro, y se puso a mirar las estampas de un libro lujosamente encuadernado. Reinaba silencio completo en la estancia esclarecida a medias solamente. La luz del sol penetraba bastante amortiguada al través de las persianas y cortinas. Detrás de la puerta del gabinete vecino percibíase un rumor semejante al cuchicheo de los confesonarios.

En cuanto a lo de alhajar cómoda y lujosamente un nido donde recibir a Cristeta, también varió algo su propósito, discurriendo que tal vez careciera de sentido común el forjarse ilusiones si la paloma había ya anidado en otro lado, y hasta hecho cría. El deseo de aquel hombre iba sufriendo una transformación tan radical como justificada.

A corta distancia les seguía un carruaje y a pocos pasos les precedían un niño y un lacayo: el primero lujosamente vestido, y el segundo ocupado en ir cortando los tallos y la hojarasca de una vara para que el chiquitín jugase. De pronto, Sacramento, preguntó a su hermana: Pero mujer, ¿qué tienes? ¡Parece que vas tonta!

No es una obra maestra de los buenos tiempos de nuestra arquitectura aquella fachada, pero los mil accidentes con que lujosamente la adornó la imaginación del artista, le dan cierta belleza que el mar allí cercano parece que fantasea a su antojo.

Era el fondo un edificio soberbio hecho con mármoles y jaspes, e invadido por muchedumbre de gentes abigarradas vestidas lujosamente a usanza hebrea.

Pero la puerta estaba cerrada con llave, y era necesario buscar y llamar otra vez a la portera para que me abriese, la cual se sorprendería, me haría alguna pregunta; en fin, un lío. Para apaciguar mis inquietudes, tomé un libro lujosamente encuadernado que había sobre la consola y lo abrí.

Palabra del Dia

commiserit

Otros Mirando