Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 21 de junio de 2025
Si ella, aun cuando fuese por un capricho de la suerte, iba delante y se hallaba más cerca de la cumbre, su filantropía no podía extenderse a más que a dar la mano a los que estuviesen en condiciones de trepar hasta donde estaba ella, y no a aquellos que estaban tan bajos o tan hundidos en el lodo, que en vez de alzarlos, se dejaría ella arrastrar cayendo en el lodo también.
Fué menester el trasponer la orilla de aquella charca de corrupto lodo, aniquilar y abandonarlo todo, tener las manos limpias de mancilla y no lavarse nada en la conciencia sino el tesoro santo de la ciencia. Tres siglos han pasado. ¡Tres centurias que desataron las tremendas furias de condensadas iras en sufragio del alma popular!
Allí estaba ella para barrer hacia la calle aquel lodo que entraba todos los días por la puerta de la taberna; a ella la manchaba, pero a él no; él allá dentro con Dios y los santos, bebiendo en los libros de la ciencia que le había de hacer señor; y su madre allí fuera, manejando inmundicia entre la que iba recogiendo ochavo a ochavo el porvenir de su hijo; el de ella, también, pues estaba segura de que llegaría a ser una señora.
El conde pensó algunos momentos en esto; al cabo se le borró de la mente; le distrajo una nube violada y espesa que avanzaba hacia el zenit presagiando nuevo chubasco. Pero en el fondo de su espíritu quedó algo indeterminado y dulce que le puso de buen humor. Revolvió el caballo y llegó a Lancia ya bien de noche, chorreando y cubierto de lodo, pero el corazón ligero y alegre sin saber por qué.
8 Entonces los vecinos, y los que antes le habían visto que era ciego, decían: ¿no es éste el que se sentaba y mendigaba? 9 Unos decían: Este es; y otros: A él se parece. El decía: Yo soy. 10 Entonces le decían: ¿Cómo te fueron abiertos los ojos? 13 Llevaron a los fariseos al que antes había sido ciego. 14 Y era sábado cuando Jesús había hecho el lodo, y le había abierto los ojos.
Y en esto yo siempre le llevaba por los peores caminos y adrede, por le hacer mal daño; si había piedras, por ellas; si lodo, por lo más alto. Que aunque yo no iba por lo más enjuto, holgábame a mí de quebrar un ojo por quebrar dos al que ninguno tenía. Con esto siempre con el cabo alto del tiento me atentaba el colodrillo, el cual siempre traía lleno de tolondrones y pelado de sus manos.
No sabemos cuánto tiempo hubiera estado nuestro buen ingenio preso por los pies en el lodo pegajoso, y maldiciendo de su suerte, y del amor, y de las mujeres, y de los hijos bastardos y del mundo entero, y si acaso hubiera perecido, á no ser por un incidente imprevisto para él.
Su alma es noble, y sólo porque en este sitio yo no puedo tributar elogios al penitente, me abstengo de señalar dónde está el oro y dónde está el lodo... y de hacerle ver que hay más oro de lo que parece. Sin embargo, usted está enferma; toda alma que viene aquí está enferma.
Pasábamos al lado de una obra de esas que hermosean continuamente este país y clamaba: ¡Qué basura! en este país no hay policía. En París las casas que se destruyen no producen polvo. Metió el pie torpemente en un charco. ¡No hay limpieza en España! exclamaba. En el extranjero no hay lodo. Se hablaba de un robo. ¡Ah, país de ladrones! vociferaba indignado.
Tengo que estar en todo. Si yo no tratara de enseñar a esta gente la buena crianza, vendría usted luego con el Santísimo y tendría que entrar pisando lodo, y cuanta inmundicia hay. ¿Y qué importa? observó Nones riendo. Claro que no importa; pero ¿por qué no hemos de tener limpieza y decoro delante del Señor, siquiera por estimación de nosotros mismos?
Palabra del Dia
Otros Mirando