Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 6 de junio de 2025
En tantas y tan duras aflicciones, que les duraron desde 26 de Marzo hasta 6 de Abril era el P. Blende el consuelo y alivio de todos, y con su afabilidad y cortesía se ganó la voluntad del capitán holandés, con que pudo alcanzar algún alivio para sus hermanos, hasta que dieron fondo en Lisboa el domingo de Lázaro en la tarde.
Lisboa, capital del lusitano reino, tan celebrada por su belleza y grandiosidad, me produjo una impresion de desencanto; no satisfizo mis esperanzas.
Llegué ayer, mañana salgo para Lisboa. Una corta detención: hablar dos palabras con el empresario del Real; tal vez venga el próximo invierno a cantar La Walkyria. Pero hablemos de usted, ilustre orador... más bien dicho de ti, porque nosotros creo que aún somos amigos. Sí: amigos, Leonora... yo no he podido olvidarte.
Infinitas líneas de ferro-carriles en España, todas las de Italia, todas las del vecino Portugal; banquero en Madrid, banquero en Paris, banquero en Lisboa, banquero en Roma, banquero en Lóndres, banquero en todas partes.
Pero Lope no va pacíficamente a cumplir su destierro, gozando del tranquilo y legítimo amor de su Belisa: el 29 del mismo mes de mayo se alista en Lisboa como voluntario en la Invencible, probablemente "arrastrado por el soplo heroico que inflamó en aquella ocasión a todos los pechos jóvenes", como indican los señores Rennert y Castro.
Después, lanzándose hacia una carronada: ¡Muchachos! si no me equivoco, ese navío llega del mar del Sud; en esa popa corta y achatada, en ese porte, reconozco una navío español o portugués que se dirige a Lisboa, ignorando sin duda que hemos declarado la guerra a los ingleses. ¡Allá él! Pero ese perro debe tener piastras en el vientre.
En el piso superior hay una plataforma anchísima desde la cual se domina toda la ciudad, con la vista del puerto. Hay en Lisboa tres ó cuatro buenos hoteles entre los que merece especial mencion el de Braganza. Los cafés y establecimientos públicos son regulares: los palacios de Belem y las Necesidades parecen mas bien casas particulares.
No lo son más las Duquesas y las Princesas que en Madrid viven y a quienes tantos respetan y adulan. Digo todo esto, porque en Lisboa se recrudeció mi patriotismo. ¡Qué gran Capital para nuestra gran nación, señora de dos mundos, hubiera sido aquella ciudad espléndida y hermosa, si D. Felipe el Prudente hubiera sido D. Felipe el Previsor y hubiera tenido más elevadas miras! Pero ya basta.
Para abreviar las cosas, seria conveniente que V. E. enviase al Rey esta carta y la de 13 de Octubre último, para que se solicitase de Lisboa que sus comisarios accedan á lo justo, ó por lo menos que accedan á un expediente interino.
En Lisboa fue donde se aristocratizó, se encumbró, y con el trato de los janotas, acabó por asearse, pulirse, adobarse y llegar en el esmero con que cuidaba su persona hasta el refinamiento más exquisito. El desaliño y la suciedad de los sujetos que andaban cerca de ella, como ella era tan pulcra, le causaban repugnancia.
Palabra del Dia
Otros Mirando