Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 6 de junio de 2025


Demás de quatro mil salmas pasaba, Que otros suelen llamarlas toneladas, Ancha de vientre y de estatura brava: Asi como las naves que cargadas Llegan de la oriental india á Lisboa, Que son por las mayores estimadas. Esta llegó desde la popa á proa Cubierta de poetas, mercancia De quien hay saca en Calicut y en Goa.

De serlo Lisboa, el imperio colonial español habría resultado algo orgánico, sólido, con vida robusta. Pero ¿qué podía esperarse de una nación que había puesto su cabeza en la almohada de las amarillas estepas interiores, lo más lejos posible de los caminos del mundo, y sólo enseñaba sus pies á las olas?...

Esto lo calculamos muy bien antes de zarpar de Lisboa y por eso se dio el mando militar de la nave a tan atrevido sujeto como el señor Miguel de Zuheros que está presente.

Lo que allí sube á precio exorbitante, y se tiene por el mayor contrabando, si va sin el despacho de la aduana, es la sal, la cual se lleva de Lisboa, y no se permite de otra parte. Temperamento de Cuyabá y frutos que produce la tierra. En Cuyabá y sus cercanias es el temperamento muy ardiente y húmedo; y consiguientemente se goza en toda aquella tierra de poca salud.

Lo que no acertaban a determinar por su ignorancia del tamaño de la tierra era si habían llegado o habían pasado ya bajo el semicírculo imaginario que, completando el semicírculo que pasa por Lisboa y toca en los polos del mundo, le divide en dos partes iguales. Si esto hubiesen sabido, hubieran sabido también lo que por experiencia trataban de inquirir: la forma y el tamaño de nuestro planeta.

Damián de Goes, haciéndose seguir de Miguel de Zuheros, de Tiburcio y de los dos forasteros desconocidos, llegó donde estaba el Rey y le refirió todo el suceso. Dirigiéndose el Rey al anciano desconocido, le preguntó: ¿Y quién eres y de dónde sales, viniendo a perturbar la alegría y la paz de Lisboa en ocasión tan solemne?

El mar de Inglaterra y el golfo de Gascuña, constantemente agitados, dan al buque un movimiento continuo que no hay viajero que soporte sin incomodidad. En Lisboa nos detuvimos doce horas, continuando despues nuestra marcha por un mar sosegado y tranquilo, llegando á las treinta y seis horas á Madera.

La conversación con que entraron en la venta era decir que habían robado a Lisboa, asombrado a Córdoba y escandalizado a Sevilla, y que habían de despoblar a Madrid , porque con sola la loa que llevaban para la entrada, de un tundidor de Ecija , habían de derribar cuantos autores entrasen en la Corte.

Y cuando el temporal los echa al fin en Lisboa, llevaba Colón más de doce días de inmovilidad en su banco de popa, dormitando a ratos, con las piernas mojadas por la lluvia y las olas. Esa prueba fue la más tremenda de su vida. ¡Poseer una verdad que iba a conmover al mundo y morir con ella!... Pero basta de Colón amigo Maltrana. Ya hemos hablado bastante; vamos a tomar el te.

Hace ya mucho tiempo que ciertas niñas españolas, y particularmente las andaluzas, acuden a la gran ciudad de Lisboa, en busca de mejor suerte. Los señoritos de por allí, los janotas, que es como si dijéramos los jóvenes elegantes, dandies o gomosos de Portugal, se pirran y despepitan por las tales niñas españolas.

Palabra del Dia

rigoleto

Otros Mirando