United States or Kuwait ? Vote for the TOP Country of the Week !


Se había puesto ante un ojo su lente de disminución para contemplar el rostro del Gentleman-Montaña, y esto le hacía sonreir dulcemente. Creo llegado el momento dijo con voz insinuante de mostrarle mi alma. Mientras usted vivía á cubierto de peligros, yo no me atreví á decirle lo que siento. Me dominaba la timidez de todo el que ha pasado su existencia entre libros, viendo de lejos á las personas.

Una bella parece despedirse de un hombre de unos cuarenta años: el militar fija el lente: ella es la que parte; hay lágrimas, , pero ¿cuándo no lloran las mujeres? las lágrimas por solas no quieren decir nada; luego hay cierta diferencia entre éstas y las de la niña: una sonrisa de satisfacción se dibuja en los labios del militar.

En estos días es, sin embargo, cuando, colocado detrás de mi lente, que es entonces para el vidrio de la linterna mágica, veo pasar el mundo todo delante de mis ojos; e imparcial, ajeno de consideración que a él me ligue, véole tal cual se presenta en cada fisonomía, en cada acción que observo indolentemente. ¿Qué hace don Julián en ese café?

No se veía una sola nube; el cielo estaba aplomado formando contraste con la brillantez del mar. Vista de cerca esa agua blanca era una gelatina, y observada al lente una masa de animálculos que al moverse producían singulares efectos luminosos.

Me mira usted á través de su lente de reducción y se ilusiona creyéndome de su talla. Contémpleme tal como soy, y se convencerá de que por mucho que yo la amase nunca pasaría usted de ser una esposa de bolsillo.

No era ella muy fuerte en disimular, y otro menos alucinado que Rubín habría conocido que el lindísimo entrecejo ocultaba algo. Pero veía las cosas por el lente de sus ideas propias, y para él todo era como debía ser y no como era.

No tuve necesidad, no obstante, de recurrir a informaciones de nadie; una tarde, mi hombre se acercó espontáneamente y, con acento francés muy pronunciado, me dijo confidencialmente, y mirándome a medias, pues lo hacía con el único ojo que cubría su lente y entrecerrando el otro, mortificado por la luz: ¡Diga, vigilante!... ¿No lo ha visto al mayordomo? No, señor..., ¡ayer no lo vi tampoco!

Desde el momento que Ra-Ra era él, y Momaren era mistress Augusta Haynes, resultaba natural que el joven universitario sólo pudiera parecerse á una persona.... Y contempló con admiración á miss Margaret Haynes, su novia del otro mundo, que á través de la lente amplificadora se mostraba casi con su tamaño ordinario.

El telescopio llegaba a alcanzar mundos tan remotos, que el rayo de luz llegaba hasta la lente después de un viaje de tres mil años. Y todos estos mundos incontables nacían, se transformaban y morían como los seres. En el espacio no había reposo, lo mismo que en la tierra. Unas estrellas se apagaban, otras brillaban macilentas, otras lucían con el estallido de vida de la juventud.

El recogimiento en la reflexión, el asiduo examen interior, el inveterado instinto y la obstinada necesidad de mirar dentro de mismo, lo habían envenenado. ¿Vuelve jamás la gota de agua a parecer líquida perla después de que el ojo armado de una lente ha visto dentro de ella un mundo horrible?