Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 16 de septiembre de 2025
Llevaba falda lisa de paño gris, formando grandes pliegues, corta para lucir los pies, calzados con medias negras y zapatitos a la francesa, abrigo muy oscuro, ceñido al talle con cordones de seda que pendían hasta el suelo, y forro de felpa roja que se descubría a cada paso; sombrerillo de terciopelo ceniciento con velito y lazos encarnados; cuello largo de piel que culebreaba sobre el pecho, y manguito.
La lectura de textos literarios originales de autores españoles será siempre uno de los modos esenciales de llegar al conocimiento práctico de la lengua. Será además un insustituible medio de llegar a conocer la vida, las costumbres, el carácter y el espíritu de esos pueblos con los que nos ligan lazos múltiples.
Fue libre de día para sus obras de caridad, facilitadas por la liberalidad de los duques; fue libre de noche para las meditaciones y los rezos; ninguno tendió redes a su buena fe, ni lazos a su tranquilidad; no hubo de luchar con nadie, y, sin embargo, su espíritu se volvió contra los que le enseñaron; su vida fue agitada, y su entusiasmo decayó lentamente.
Y el conflicto con los alemanes se le venía á la memoria, y casi sentía que se hubiese allanado; él hubiera muerto con gusto por el pabellon español-filipino antes de someterse al estrangero: Porque despues de todo, pensaba, con España nos unen sólidos lazos, el pasado, la historia, la religion, el idioma... ¡El idioma, sí, el idioma!
Para esto, no había más que un medio: deshacer su propia obra; romper los lazos que ella había atado; indisponer aquel matrimonio antes de que tuviese tiempo de consolidarse; aplastar en germen la sublevación tramada contra ella.
No, no; pero las consecuencias... Mira, Clara, ve á mi joyero, busca uno de los lazos de diamantes de los seis que sabes... y tráemelo... tráete también unas tijeras. Doña Clara salió de la cámara por una puerta opuesta á la por donde había entrado y volvió á poco; traía un lacito de oro y diamantes, cuyo nudo podía contener en la parte interior un grueso como de un dedo.
Ya no hay Chermidy; Chermidy no existe, y tenemos derecho a decir ya el difunto Chermidy. »Ya sabe usted, tumba de los secretos, que jamás quise a ese hombre. No era nada para mí. Llevaba su apellido, soportaba sus botaratadas; los dos o tres bofetones que me ha dado eran los únicos lazos que el amor había formado entre nosotros.
MILAGROS. Muy bajo, con tirantes sujetos a los hombros por medio de lazos... Pero cuidado: estos lazos no tienen caídas... ¡La camiseta es de una novedad...!, de seda bullonada con cintas estrechitas de terciopelo pasadas entre puntos. Las mangas largas... Son un suplicio estos tapujos... Ay, amiga, su marido de usted parece la Aduana, por lo que persigue los trapos... Escondamos el contrabando.
Porque es tal el respeto y el cariño, la adoracion inmensa que en mí siento, que, aunque el cielo me dió el dolor por vida y sé lo que es sufrir desde muy niño, volveria contento á empezar esta lucha maldecida, si, al ligarme á la tierra nuevos lazos, me arrullara tu acento al dormirme tranquilo entre tus brazos.
No se rompen fácilmente los lazos de una afección de veinte años, cuando se tiene un corazón tierno y generoso; Herminia fué la prueba. No pudo ver llorar tan amargamente á la mujer que la había educado y dejando el brazo de Mauricio, corrió á la señorita Guichard, con los ojos llenos de lágrimas y exclamando: ¡Tía mía! No llore usted más ... ¡Me desgarra usted el corazón!
Palabra del Dia
Otros Mirando