Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 16 de junio de 2025


Hablaba con entusiasmo de la operación de herrar, que don Fernando no había visto nunca. Los yegüerizos echaban sus lazos de cerda a los potros indómitos, sujetándolos por las orejas, mientras se calentaba el hierro en un fuego de boñiga seca; y al estar la marca al rojo, ¡zas!, se la aplicaban al costado, quemándose los pelos y quedando la piel señalada para siempre con la cruz y la media luna.

Este es el camino que toma más ó menos pronto toda molécula acuosa. Libertada por su expansión repentina, escapa de los lazos que la detenían en la superficie horizontal de los mares y se levanta en la atmósfera, por donde viaja como viajaba por el océano, bajo otra forma.

BEAUVALLON. ¡Jamás...! Primeramente, cualquiera sabe dónde estaré yo a las seis...! , La Choute, no te portaste bien... Cuando abandonaste el Conservatorio, en el pasado año, no nos dijiste tu dirección. Te busqué por todas partes, ¿lo sabes...? BEAUVALLON. ¡De veras! Sentía alguna ternura por ti. Habíamos dormido juntos, y esto siempre crea ciertos lazos...

Esos lazos color de sangre, esas hojuelas relucientes, esos reflejos y esos prismas, son teas engañosas que alumbran en la calle, en la tertulia, en el festin; el interior de la casa, el interior de la familia, el corazon del hombre está á oscuras.

Espíritu rebelde, á Dios me atrevo, y de su rompiendo ya los lazos, como reproche, ante sus ojos llevo de mi alma destrozada los pedazos. Si al escuchar mi queja en la agonía, de la lucha feroz al fin rendido, me echa en cara mi osada rebeldía, yo le podré decir: « lo has querido.

En nuestras conversaciones, cuando estábamos en el mismo punto, y por cartas, cuando estábamos en punto distinto, discutíamos no poco, sosteniendo las más opuestas opiniones, lo cual, lejos de desatar los lazos de nuestra amistad, contribuía a estrecharlos, porque siempre teníamos qué decirnos, y nuestras conversaciones y disputas nos parecían animadas y amenas.

Hizo luego de grata presencia El gran DON LUIS FERRER, marcado el pecho De honor, y el alma de divina ciencia. Desembarcóse el dios, y fue derecho A darle quatro mil y mas abrazos, De su vista y su ayuda satisfecho. Volvió la vista, y reiteró los lazos En DON GUILLEN DE CASTRO, que venia Deseoso de verse en tales brazos.

Te temo porque ignoro lo que ocultas, mi mente no lo alcanza, y temo al encontrarme entre tus brazos, rotos por los mundanales lazos, perder en ellos mi última esperanza. Temo que con mi cuerpo dolorido muera tambien mi idea; temo que el alma sea un sér fingido, que sólo polvo, como el cuerpo, sea.

Uno de los dos bandos tiene forzosamente que sucumbir ó someterse: pretender que ambos convivan unidos por lazos de fraternal afecto, es pretender lo imposible.

De pronto Artegui, al volver una esquina, se metió en una tienda no muy ancha, cuyo escaparate ocupaban casi por entero dos luengos peinadores salpicados de cascadas de encaje y lazos de cinta azul el uno, rosa el otro. Dentro, era una exhibición de cuantos objetos componen el tocado íntimo del niño y la mujer.

Palabra del Dia

metropolitanos

Otros Mirando