United States or Saint Vincent and the Grenadines ? Vote for the TOP Country of the Week !


La contusión de la sien le hizo recordar de pronto con una picazón dolorosa su propósito de consultarle. Salió del café despidiéndose de sus compatriotas con rápido saludo, y alcanzó al doctor, para mostrarle el lívido chichón. Rio bondadosamente el alemán al examinarlo. ¿También él había sacado su parte de la fiesta de la noche?

En seguida, púsose lívido el rostro de Juanita... la puerta acababa de abrirse y Carlos apareció. Juanita, sin dirigirle un reproche, tendió hacia él sus manos, como en señal de perdón. Carlos se precipitó a estrechar aquellas manos, que cubrió de lágrimas y besos. ¿Por qué lloras, Carlos? le dijo; soy muy dichosa... ¡Te vuelvo a ver!

El maníaco marqués estaba tan tembloroso, tan desencajado y lívido como si sobre él pesase una terrible desgracia. Su confusión y dolor se aumentaron cuando Amparo le ordenó marcharse. No convenía que le viese Salabert allí. Rogó con los mayores extremos que le permitiese aguardar el fin de la aventura; pero fué en vano.

Pero la palidez de unas mejillas, el lívido círculo que rodeaba ciertos ojos y las profundas arrugas que surcaban una frente la daban, sin duda, más exacta. GOC

Lívido de angustia y coraje, repuso: Yo me veré con el administrador. Es forzoso que tengamos paciencia. Vamos, estás más arrancao que árbol viejo. Engañado Quintín por la pausada entonación con que Carola le dijo esto, imaginó que el instante era favorable a un desbordamiento de lealtad, al cual ella forzosamente respondería con una explosión de ternura.

Pos no tiene mala cabeza é pelailla pa jugar á los trucos dijo el matutero, dándole un papirotazo en mitad del cráneo." El realista estaba lívido de cólera: apretaba los puños en convulsión nerviosa, y en sus ojos brillaron lágrimas de despecho.

Habían llegado a un cerro desde donde se divisaba gran extensión de tierra, cuando de pronto Pateta, extendiendo un brazo para señalar lo que creía descubrir en una hondonada, a larga distancia, dijo, con el rostro demudado: ¡Mecachis! chico, ¿qué es aquello? ¡Gente! repuso lívido el castellano viejo. Son dos a caballo y muchos más a pie. ¿Qué hacemos? Volver pies atrás.

Lo peor es ¡por vida del pispajo! que me va faltando el resuello... Deja que descanse un poco. Sentóse en una silla apurado de respiración, más lívido que antes de cara, y trasudando. Aconsejéle que no volviera a hablar de aquel asunto ni de ningún otro, porque necesitaba reposo y tranquilidad; pero no me tomó en cuenta el consejo.