Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 1 de julio de 2025
Y habiéndosela ya dado secretamente, veis aquí do vuelve el estudiante trasudando y turbado de muerte, y viendo a Cortado, le dijo si acaso había visto una bolsa de tales y tales señas, que, con quince escudos de oro en oro y con tres reales de a dos y tantos maravedís en cuartos y en ochavos, le faltaba, y que le dijese si la había tomado en el entretanto que con él había andado comprando.
Maritornes estaba congojadísima y trasudando, de verse tan asida de don Quijote, y, sin entender ni estar atenta a las razones que le decía, procuraba, sin hablar palabra, desasirse.
Mandó el visorrey a don Antonio que fuese tras él, y que en todas maneras supiese quién era. Levantaron a don Quijote, descubriéronle el rostro y halláronle sin color y trasudando. Rocinante, de puro malparado, no se pudo mover por entonces.
Yo te prometo cuanto quieras, hija mía repuso Bermúdez trasudando de congoja y sentándose al lado de Nieves . Pero cuenta, ¡cuenta, por el amor de Dios! y sácame cuanto, antes de esta terrible curiosidad en que estoy metido.
Quedó el pobre molido, y jadeando, y trasudando, sin poder imaginar qué fue lo que sucedido le había.
No se prenderá á don Francisco dijo trasudando Lerma, porque al decirlo, recordó el irritado empeño con que su hija pretendía que se le prendiese. Gracias, muchas gracias dijo la duquesa levantándose ; no esperaba menos de vos. Y ya que me habéis complacido, me vuelvo á mi casa. ¿Pero seguiréis en palacio? Sí. ¿Y me ayudaréis?
Lo peor es ¡por vida del pispajo! que me va faltando el resuello... Deja que descanse un poco. Sentóse en una silla apurado de respiración, más lívido que antes de cara, y trasudando. Aconsejéle que no volviera a hablar de aquel asunto ni de ningún otro, porque necesitaba reposo y tranquilidad; pero no me tomó en cuenta el consejo.
Haldeando venia, y trasudando El autor de LA PICARA JUSTINA, Capellan lego del contrario vando. Y qual si fuera de una culebrina Disparó de sus manos su librazo, Que fue de nuestro campo la ruina. Al buen TOMAS GRACIAN mancó de un brazo, A MEDINILLA derribó una muela, Y le llevó de un muslo un gran pedazo.
Hallóle paseándose por el patio de su casa, y, viéndole, se dejó caer ante sus pies, trasudando y congojosa. Cuando la vio Carrasco con muestras tan doloridas y sobresaltadas, le dijo: ¿Qué es esto, señora ama? ¿Qué le ha acontecido, que parece que se le quiere arrancar el alma? -No es nada, señor Sansón mío, sino que mi amo se sale; ¡sálese sin duda!
Palabra del Dia
Otros Mirando