Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 22 de mayo de 2025
Y lo llevó al altar mayor, junto a la custodia. Gabriel y ocho hombres más se introdujeron dentro del armazón levantando un paño de los que cubrían sus costados. Habían de encorvarse dentro del artefacto. Su misión era empujarlo para que se deslizara sobre las ruedas ocultas. A ellos sólo les correspondía dar el impulso: fuera, los dos servidores de peluca blanca y traje negro eran los encargados de los timones delantero y trasero, guiando la carroza eucarística por las tortuosas calles. Gabriel fue colocado por sus compañeros en el centro.
El número de las personas que se han de introducir es mi voto que no deben ser tan pocas que parezca la fiesta sorda, ni tantas que engendren confusion, aunque en nuestra comedia Tinellaria se introdujeron pasadas de veinte personas, porque el sujecto della no quiso ménos. El honesto número me parece que sea de seis hasta doce personas.
Introdujeron el primer proyectil en la recámara, mientras el apuntador se esforzaba por distinguir aquel pequeño bastón negro perdido en las ondulaciones del agua. El buque volvió á sufrir otro choque tan rudo como el anterior. Todo él gimió con un estremecimiento agónico. Las planchas temblaban, perdiendo la cohesión que hacía de ellas una sola pieza.
Casi se alegraron de la voladura que les cortaba el paso. Fueron colocándose instintivamente en los lugares más cubiertos de la barricada. Otros se introdujeron en unas casas abandonadas, cuyas puertas habían violentado los dragones para utilizar el piso superior. Todos parecían satisfechos de poder descansar aunque fuese combatiendo. El oficial iba de un grupo á otro comunicando sus órdenes.
Luego su amistad con el torero que hemos mencionado; las relaciones que mantuvo después con algunos señoritos cultivadores del género; los teatros por horas, donde se copian, no sin gracia, las costumbres de la plebe madrileña; la amistad con Pepa Frías y otras aristocráticas manolas fueron iniciándola poco a poco y la introdujeron al cabo en pleno flamenquismo.
Contra la lluvia que cae sobre ella más de las tres cuartas partes del año no se conocían entonces otros preservativos naturales que el paraguas y las almadreñas. Poco después vinieron los chanclos de goma y recientemente también se introdujeron los impermeables con capuchón, que trasforman en ciertos momentos a Lancia en vasta comunidad de frailes cartujos.
Se introdujeron, pues, en dicho estanque como obra de una docena de tales animales entre cisnes y patos, encargados de secundar los generosos planes del Municipio, recibiendo por ello el necesario alimento. Y debemos manifestar en conciencia que las inocentes aves desempeñan su papel con maestría y ganan sus cortezas de pan honradamente.
Indispensable asimismo parecía que transcurriera algún tiempo para que el gusto francés se propagase en una nación, sujeta hasta entonces á tan contrarias influencias. Las ideas, la política, las costumbres de sus vecinos del Norte se introdujeron al principio sólo en la corte, y entre las personas que estaban en íntimo contacto con ella, pasando después poco á poco á otras capas de la sociedad.
Apenas había metido dentro el pie, cuando le salieron al encuentro dos bellísimos jóvenes, trayendo en las manos cruces resplandecientes, los cuales le introdujeron en un ameno jardín, donde por la fragancia de las flores, que no se puede comparar con ninguna de acá, y con la belleza de lo que veía, estaba como en extásis admirado; y siendóle presentada una fruta semejante á la granada, con sólo llegarla á sus labios, se le inundó el corazón de tanto gozo y consuelo, que creía que en él estaba lo mejor y aun el todo del don de los ciudadanos del cielo; pero le fué dicho al oído, que estaba muy lejos el piélago de la bienaventuranza, en que engolfándose los Bienaventurados, se hallan plenamente hartos, satisfechos y contentos; y que lo que tenía delante, no era otra cosa más que un asomo, una muestra de lo que quedaba que gozar, bueno y sólo para hacer bienaventurados los sentidos, y la inferior porción del hombre, incapaz de los deleites que trae consigo al entendimiento el conocimiento y la vista clara de la divina esencia.
No porque yo ignorase los preceptos, Gracias á Dios, que ya tirón gramático Pasé los libros que trataban desto Antes que hubiese visto al sol diez veces Discurrir desde el Aries á los Peces; Mas porque, en fin, hallé que las comedias Estaban en España en aquel tiempo, No como sus primeros inventores Pensaron que en el mundo se escribieran, Mas, como las trataron muchos bárbaros, Que enseñaron el vulgo á sus rudezas; Y así se introdujeron de tal modo, Que quien con arte ahora las escribe, Muere sin fama y galardón; que puede Entre los que carecen de su lumbre, Mas que razón y fuerza, la costumbre.
Palabra del Dia
Otros Mirando