Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 3 de julio de 2025


Es decir, las cosas que yo me figuraba oír de tu boca.... Silencio, señorita de Penáguilas... yo me entiendo solo con mi imaginación. Al día siguiente cuando Florentina se presentó delante de su primo, le dijo: Traía a Mariquilla y se me escapó. ¡Qué ingratitud! ¿Y no la has buscado? ¿Dónde?... ¡Huyó de ! Esta tarde saldré otra vez y la buscaré hasta que la encuentre.

Me partía el corazón al ver al pobre anciano. Lloraba como un chiquillo. Deseoso de alivio y de consuelo vejado por la maldad y la ingratitud, abría su alma, sencilla y llena de dolores, a un pobre muchacho que años antes fué su discípulo y del cual esperaba frases compasivas, palabras cariñosas.

¡Somos aquí tan felices, señor duque! respondió Stein , que cualquier mudanza que hiciera en mi situación me parecería una ingratitud a la suerte.

Las damas que hicieron este aleve, Haciendose justicia sin justicia, Eran de bajo ser; que bien se debe Aquesto presumir de su malicia. Ninguna de valor á tal se atreve, Aunque es de las mugeres sin justicia, Ingratitud, maldad, lágrimas, lloro, Mentiras, y venganzas su tesoro. Pregunten á Aristoteles qué sentia De la muger?

Creía también, sin saber por qué, que aquel regreso a la tierra natal amortiguaría el recuerdo doloroso de la ingratitud que había costado la vida a su padre. Cuidaría a la pobre vieja, alegraría con su presencia aquella vida monótona y gris que se había deslizado sin la más leve ondulación. Su voz y su cuerpo necesitaban reposo.

Mucho, muchísimo más podríamos decir respecto á M. Arago, el cual nos consta por fidedignas autoridades, que en el tiempo que residió en las islas, fué objeto de cuantas deferencias y atenciones se le pudieron ofrecer, á pesar de los escasos recursos de la localidad. ¡La ingratitud siempre frente al beneficio!

¡Qué revolución en mi vida!... ¡Oh! qué inmenso agradecimiento el mío a mi buena y querida abuela... Y pensar que estaba yo a punto de creer que su abnegación se debilitaba... Qué monstruoso error y qué ingratitud sin ejemplo...

No será ocioso decir que en aquel momento sintió D. Benigno renacer en su pecho la antipatía que en otras ocasiones le inspirara su amigote; pero como en tan noble alma no cabía la ingratitud, pensó en las atenciones y cuidados que al mismo debía durante la enfermedad, y con esto se le fue pasando el rencorcillo.

Después consideraciones tristísimas sobre la ingratitud y maldad de aquella niña que huía de la casa donde se la había dado albergue y ponía en ridículo a su protectora. Las domésticas convinieron en que merecía un castigo ejemplar. Despidiolas al cabo la dama, deteniéndolas con ademán imperioso cuando trataban de llevarse a la expósita.

Dentro de dos días se habrá marchado respondió el intendente que creía que Catalina sabía más de lo que había dicho, y que el temor le induciría a hacer una declaración más completa. ¡Tened lástima, señor! exclamó la campesina con verdadera inquietud. Nada de lástima; su ingratitud tiene que ser castigada; quiero recuperar mi tranquilidad.

Palabra del Dia

buque

Otros Mirando