Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 3 de julio de 2025


A ti, que de haberle conocido joven, acaso le hubieses amado también, ¿no te espanta la horrible negación, el vacío espantoso, el abismo de ingratitud, contenidos en esas dos sílabas?... «¡Nadie!» «Sic transit gloria mundi

Hacía un rato que el tabique no comunicaba queja alguna. Dos o tres amigas de la Fábrica, entre ellas Guardiana, que ya no se quejaba de la paletilla, entraban un momento, se ofrecían, se retiraban con ademanes compasivos, con resignados movimientos de hombros, con reflexiones pesimistas acerca de la fatalidad y de la ingratitud de los hombres.

No dijo la devota, deteniéndole con más fuerza. ¿Marcharse usted? ¡Qué idea! ¿Qué va á ser de mi? ¡Sola para siempre! La muerte lenta que me espera es peor que si ahora mismo me matara usted ... ¡Y decía que era agradecido! Usted es la misma ingratitud. Siempre lo he creído. Hay personas que no merecen recibir la más ligera prueba de afecto. Usted es uno de ésos.

Indudablemente míster Power... Recordó Ojeda que en la noche anterior Maud se había arrancado de sus brazos en el primer momento, corriendo a aquella mesa con el ansia de reparar un olvido. Sin duda fue para ocultar al simpático mister, que otra vez ocupaba el sitio de honor, transcurridas las horas de ingratitud y de pecado.

Escribe a tus señores y muéstrateles agradecido, que la ingratitud es hija de la soberbia, y uno de los mayores pecados que se sabe, y la persona que es agradecida a los que bien le han hecho, da indicio que también lo será a Dios, que tantos bienes le hizo y de contino le hace.

Inclinose más hacia ella y le habló de ingratitud en tono de queja amorosa. Rosalía vislumbró horizontes de salvación que alumbraban con débil luz las tinieblas de aquel funesto día 9, ya tan próximo.

Hay demostraciones tan generosas, tan delicadas y tan nobles, que no se pueden olvidar nunca, aún supuesta la ingratitud, aún supuesto ese negro vicio, el más negro de todos.

Poseía sobre el espíritu de la señorita Margarita y sobre el de su madre, el imperio natural del disimulo sobre el candor; gozaba cerca de ellas de toda la confianza que nace de un largo hábito y de una intimidad cotidiana y sus amas, para emplear su lenguaje, no podrían sospechar bajo las exterioridades de graciosa jovialidad y de obsequioso agasajo, de que se rodea con un arte consumado, el frenesí de orgullo y de ingratitud que roe á aquella alma miserable.

Debe decirse que el ingrato proceder de Doña Paca no despertaba en Nina odio ni mala voluntad, y que la conformidad de esta con la ingratitud no le quitaba las ganas de ver a la infeliz señora, a quien entrañablemente quería, como compañera de amarguras en tantos años.

La enferma contaba con demasiada complacencia los cuidados de su marido. Se acusaba de ingratitud, se reprochaba el corresponder mal a lo que por ella hacía.

Palabra del Dia

buque

Otros Mirando