Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 9 de junio de 2025


Lo cierto es, que el Gobernador indio, del pueblo de Santiago de Cotagaita, que se habia mantenido leal en el centro de la rebelion, la recogió y le dió sepultura en la iglesia de su pueblo con toda la solemnidad debida, y prendió á los indios que la conducian para que sufriesen el castigo justamente merecido á tan criminal delito: pero este ejemplo, ni las repetidas diligencias que practicaron algunos vecinos honrados, impidieron que de todas partes se presentasen á rendir la obediencia al usurpador, los caciques, gobernadores, segundas y curacas, asegurándole sostener sus ideas hasta sacrificar sus vidas y haciendas por la libertad.

No teniendo, pues, el Padre, más defensa que la confianza en Dios, se puso á rezar el Oficio Divino, cuando vió de repente junto á al cacique de los Quiriquicas, hombre de grande estatura y bien dispuesto; el cual, creyendo que en el Breviario estaban los hechizos que á él y los suyos impidieron el uso de los brazos, hizo fuerza por quitársele de las manos; mas el Padre, con buenas razones y modo propio de una caridad Apostólica, procuró disuadirle de su error, y prosiguió hablando de Cristo y de su santa ley, descubriéndole la perversidad y los engaños de sus Tinimaacas.

Casi a la mitad del camino tenían estos una fortaleza, donde había bastantes arcabuceros y algunas bombardas, cuyos disparos impidieron a las fustas seguir adelante y mataron a cuatro de los hombres que las tripulaban. Ansioso Jorge Brito de tomar venganza desembarcó con sus trescientos soldados, entre los cuales había no pocos ilustres y valerosos caballeros de la corte del rey don Manuel.

Contaba entre sus antepasados curetes y dáctilos ideos, de los que tejiendo danzas guerreras al son de los clarines y al estruendo de sus broqueles heridos por el pomo de las espadas, rodearon a Zeus, cuando niño, e impidieron que Cronos le oyera y le devorara.

Tambien hubo de intervenir despues, en tiempo del gobernador Lope García de Castro, en las primeras negociaciones que se entablaron con el otro inca rebelde Titu Cusi Yupanqui. Ignoro cuando Betánzos falleció; sólo que su muerte, y ántes la del virey Mendoza, que le mandó escribir la SUMA Y NARRACION DE LOS INCAS, terminada en el año de 1551 , impidieron que este libro se publicase.

Dos fustes y algunos pequeños bateles de Aga Mahamud me cerraron el paso y me impidieron saltar en tierra. No pude tampoco volver a la galera, porque se interpusieron persiguiéndome. De ellos venía huyendo cuando me habéis encontrado.

Las facciones de Eraso, que operaban por aquella parte, le impidieron la marcha muchas veces, deteniéndole días y más días, a veces no sin riesgo de su vida; pero al fin, a principios de Mayo vio las casas de Elizondo. Hallábase en tierra carlista, absolutamente dominada por las facciones.

Probablemente, señor Fígaro, después de haber sido gran abogado, hubiera vestido una toga, hubiera calentado acaso una silla ministerial, y el Consejo de Castilla me hubiera recogido al fin de mis días en su seno, donde hubiera muerto descansadamente, dejando fama imperecedera. Las circunstancias, sin embargo, me lo impidieron.

El padrastrillo se detuvo, totalmente lívido; volvió a todas partes sus ojos dilatados, y se aproximó al pozo. Trató de mirar adentro, pero los culantrillos se lo impidieron. Entonces pareció reflexionar, y después de una atenta mirada al pozo y sus alrededores, comenzó a buscarme.

Aquellas «auras de libertad» que entonces todo lo invadieron, borrando tantas y tantas páginas tan genuinamente sevillanas; al privar de sus rentas á las comunidades les impidieron en absoluto cumplir las voluntades de generosos donantes; y las rentas que éstas dejaron, arrebatadas á sus legítimos dueños, han pasado á poder de algún insigne patriota que hoy se pavonea con ellas en nombre de la libertad.

Palabra del Dia

aconséjele

Otros Mirando