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Junto al palacio episcopal, frente á una de las puertas de la catedral, hay otra perla de este mismo género arquitectónico. Es la fachada del Hospital de Niños Espósitos. No te la describo porque te la doy dibujada , y sales ganancioso.

Vivía cerca de la catedral, y los domingos y fiestas de guardar, en vez de seguir á los fieles que acudían á los aparatosos oficios presididos por el cardenal-arzobispo, se encaminaba con su mujer y su hijo á oír misa en San Juan del Hospital, iglesia pequeña, rara vez concurrida en el resto de la semana.

Desde las siete de la noche había salido de casa, agitado y sombrío; sus criados le vieron entrar dos veces acompañado de diferentes individuos; á las ocho Makaraig le encontró rondando por la calle del Hospital, cerca del convento de Sta.

Yo no cómo decírtelo, nena murmuró con voz temblona, haciendo largas pausas . Hay que tener valor... apreciar las cosas tales como son. Lo que voy a decirte no es mas que una idea... Si no quieres, no será... Podías entrar en el hospital... No, no te asustes. No en el hospital adonde van todos; en las clínicas, en la Facultad.

En tu busca vengo; si me rechazas, no me queda más sitio para morir que la cárcel o un hospital, si es que quieren recibirme en él al conocer mi nombre. Y Gabriel, fatigado por sus palabras, tosía dolorosamente, resonando su pecho como si el aire se deslizase por tortuosas cavernas.

Presidente del Ayuntamiento. Fiscal de la Audiencia de la Habana. Presidente Consejo Provincial. Director General Obras Públicas. Director de Sanidad. Director de Beneficencia. Director del Instituto. Director del Hospital Número Uno. Primer Jefe del Cuerpo de Bomberos. Director Casa Beneficencia. Secretario General Cruz Roja B. Sánchez Fuentes. Director del Censo de Población. Dr. Juan O'Farrill.

Señora presidenta: yo no tenía esa intención... LA MARQUESA. ¡..., ...! Todas dicen eso. Y pasados quince días me las encuentro emperifolladas, cubiertas de joyas y apestando a esencias. Estas costumbres son capaces de desacreditar a un hospital modelo. Una advertencia más: aquí soy yo quien lo dirige todo, y usted no tiene que recibir órdenes de nadie mas que de .

¡Váyase usted a paseo, señor Fraigerundio de hospital! ¡El embustero será usted! ¡Pues hombre! bonita manía saca el señor doctor; hacérsenos el sabio ahora. A la vejez viruelas. Menos insultos y más hechos. Menos botarga y más sentido común....

Sin inmutarse oyó nuestro individuo el fatal dictamen, y después de recibir los auxilios espirituales o de tener el práctico a bordo, como decía un marino, llamó a Gil Paz, ecónomo del hospital, y díjole, sobre poco más o menos: Hace quince años que vine de España, donde no dejo deudos, pues soy un pobre expósito.

El hijo del inglés, el que debía haber sido rico, magistrado, literato, general, hombre ajeno de opiniones, acabará probablemente sus tres carreras distintas en un solo hospital verdadero, merced a las circunstancias; al mismo tiempo que otros que no nacieron para nada, y que han tenido realmente todas las opiniones posibles, anduvieron, andan y andarán siempre levantados en zancos por esas mismas circunstancias.