Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 26 de junio de 2025
Buen olor tiene tu cuento. ¿Y quién era ella? No lo sé; don Rodrigo me había dicho solamente: si sale de palacio una dama ancha de hombros, alta de pecho, gentil y garrida, manto á los ojos, y halda hasta el suelo, sigue á esa dama. He aquí unas señas capaces de volver el seso á Orlando Furioso. ¿Seguiste á la dama? Iba á hacerlo cuando llegó don Rodrigo. ¿Ha salido? me preguntó.
Maximiliano se ponía furioso, y doña Lupe, consultada sobre el particular, dio su dictamen favorable a la salida.
Y además, ¡figúrense ustedes!... ¡Hacía nada menos que siete años que se la guardaba!... No hay ejemplo de odios eclesiásticos semejante al mencionado. No me fue posible, por muchos esfuerzos que hice, pegar los ojos aquella noche. El mistral estaba furioso, y el estrépito de sus grandes silbidos me desveló hasta el amanecer.
Pero ¡mardita sea! gritó Gallardo . ¡Descúbrete, condenao! Le miraba furioso, como si fuese a pegarle, convencido por una confusa intuición de que esta rebeldía iba a atraer sobre él las mayores desgracias. Güeno, me la quito dijo el Nacional con una fosquedad de niño contrariado, luego que vio alejarse la cruz . Me la quito... pero es al muerto.
Las grandes bestias de caza, del tamaño de ratas, capaces de poner en peligro la vida de un cazador pigmeo, corrían en galope furioso, temerosas y encolerizadas á la vez por la intrusión de esta montaña andante, que podía aplastarlas con sus piernas, tan gruesas como los troncos de los árboles más antiguos.
¡Inutilón! dijo Pablo, y se fue al tronco, hacha en mano, y le cortó de un golpe una gran raíz. Pero salieron dos raíces enormes en vez de una. Y el rey furioso mandó que le cortaran las orejas a aquel que no quiso aprender en la cabeza de su hermano. Pero a Meñique no se le achicó el corazón, y se le echó al roble encima.
Es lindísima prosiguió Rafael , pero decir que es la única, me parece un disparatón de tomo y lomo. El mayor está furioso, y va a ponerle pleito como calumniador, con plenos poderes de la Giralda, que se tiene y se califica por la mejor moza de toda Sevilla.
Parece mentira que seamos tan amigos ¿no es verdad? Yo pensé cuando le dejé caer la muñeca encima que le había matado... ¡Qué miedo tuve! ¡Si V. viera!... Vamos a ver ¿por qué en lugar de enfadarse se sonrió V. conmigo? ¡Toma! porque me gustó V. mucho. Eso pensaba yo: debí de haberle sido simpática, porque sinó la verdad es que tenía motivo para ponerse furioso.
Pero, prosiguiendo su soliloquio de preguntas, Chemed prosiguió también su camino, sin interrogar al mancebo, que parecía estar furioso, y sin atreverse siquiera a pararse y a bajar de la silla de manos, en medio de gente extraña, cuya lengua no entendía, porque hablaban el ibero, que, como ya queda dicho, era lo que se llama hoy el vascuence.
Somoza, furioso, gritaba; y se oía: colapso... flegmasía... cardiopatía... y el ex-alcalde, sin atender, continuaba mezclando latines: Masculino es fustis, axis turris, caulis, sanguis collis... piscis, vermis, callis follis. El médico y el prestamista estuvieron a punto de venir a las manos.
Palabra del Dia
Otros Mirando