Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 11 de julio de 2025


El resto de la frase perdiose entre las mantas. Amargo fue el despertar del joven hidalgo.

«Olvido espera un príncipe ruso» era la frase consagrada. Cuando un incauto forastero se atrevía a probar fortuna, se le llamaba «el príncipe ruso» por ironía hasta que salía con las manos en la cabeza. A la de Páez se le ocurrió después, cansada de no tener en el corazón más que trapos, hacerse devota.

Pero en cambio manifestó a Juanito Velarde que aquello no podía quedar así, que nadie se burlaba impunemente del Gobierno y que estaba decidido a reclamar de Currita la aceptación del nombramiento, apoyándose en una carta que ¡frase poco ministerial!... había de refregarle por los hocicos... ¿Una carta? exclamó Currita realmente sorprendida . ¿Pero de quién?...

Pero tan acompasada y tan melódica es la cadencia que dan a la frase, que no resultan las asperezas de la palabra desagradables al oído: al contrario; y tienen expresiones y modismos de un sabor tan señaladamente clásico, que con ello y el sonsonete rítmico de que las acompañan, oyendo una conversación entre aquellos montañeses, se me venía a la memoria la «música» de nuestros viejos romanceros.

Toda la severidad del alcalde desaparece; bondadosamente lo interroga: ¿De qué enfermedad ha muerto tu mamá? ¡Oh, cómo recuerda Juan la emoción con que aquella frase fue dicha! Súbitamente recuperó la confianza y se hizo locuaz.

El primer impulso de Ana había sido inconsciente. Había hablado como quien repite una frase hecha, sin sentido; pero después pensó que aquella respuesta podía servir para desanimar a Mesía dándole a entender que ella no había entrado en aquel pacto de sordomudos. Pero esto mismo era inoportuno. Era demasiado negar, era negar la evidencia.

Alguna vez una frase cuyo sentido no estaba definido para , un recuerdo de otros tiempos, evocado por alguno de aquellos que le habían visto nacer y le decían: «¿Se acuerda, señoralgunas veces, una frase bastaba para hacerle cambiar el gesto y sumirle en embarazoso silencio.

Lea usted, señor añadió presentándome el billete. Y cuando llegué a esta frase: Si se ofende al Cielo amando con toda el alma, es un crimen del que me acuso pero del cual él no es cómplice.

«Todas las bibliotecas públicas debieran cerrarse.» «La mayor estupidez que he leído es esta frase de Carlyle: La mejor universidad de estos tiempos es una biblioteca. Yo replico: la mejor universidad sería un cuartel. Quiero decir: una cultura socializada e impuesta al modo de la disciplina militar. La disciplina militar es abominable porque es inculta.

Y la frase parecía volar multiplicada, como una bandada de frases, porque a cada paso oían: «Todos somos iguales... El Rey se va». Salían estas palabras de los grupos de hombres, y aun de los que formaban mujeres y chicos en las puertas de algunas casas.

Palabra del Dia

malignas

Otros Mirando