United States or Gambia ? Vote for the TOP Country of the Week !


Digo que es refinadamente francés, refinadamente chispeante y fosfórico, el que las tumbas de Voltaire y de Diderot ocupen su puesto en un mausoleo cristiano, y que en ese mausoleo cristiano no hayan entrado las cenizas de un Bossuet, de un Flechier, de un Bourdaloue, de un Fenelon. Este es positivamente el fenómeno que menos he podido explicarme, un fenómeno que me aturde.

Ni Santo Tomás, ni San Agustín, ni Fenelón, ni Pascal me han convencido. Por consiguiente, ninguno de ustedes me convencerá. Usted no tiene más respetabilidad para que la que le preste su carácter y sus obras. De su ciencia y de la de todos sus colegas, obispos y arzobispos me río a carcajadas.

No, a la cárcel no dijo la víctima, haciendo gala de generosidad... dejarla, dejarla... Pepe, no le hagas nada. No; si yo no le pego... Allá se entenderá con el juez. No, juez no, juez no decía la de Fenelón muy apurada . La perdono. Dejarla; que se vaya, que se vaya pronto; que yo no la vea.

Sobre este particular, los escolásticos tienen en su favor á Platon, Aristóteles, san Agustin, san Anselmo, santo Tomás, Descartes, Malebranche, Fenelon y Leibnitz. Hay aquí cuestiones sumamente profundas que no pueden ser tratadas ligeramente.

Andaba la viuda de Fenelón a buen paso, sin mirar para ninguna parte, y llevaba en la mano un paquete, alguna obra tal vez para trabajar en su casa el día siguiente, que era domingo, y domingo de Ramos por más señas. Como iba más aprisa que él, pronto se aumentó la distancia que les separaba.

Después que pusieron a esto los comentarios propios del caso, la de Fenelón dijo a su compinche algo más que fue oído con extraordinaria curiosidad y atención: «¿Creerás que se me ha metido una cosa en la cabeza?... Ello no será; pero bien podría ser. Ayer estuvo doña Guillermina en la tienda.

El Cantar de los cantares es un admirable libro simbólico, me dijo. ¿Y no has leído más? ; , señor, los sermonarios de Bossuet y de Fenelón. ¿Y nada profano? ; , señor, la historia universal de Anquetil, el Telémaco, el padre Mariana y las poesías de nuestros clásicos. ¿Y novelas?

Una herida... Oiga usted, mujerzuela, ahora mismo va usted a la cárcel... ¡Eh!, llamar a una pareja. La Fenelón estaba como desmayada, y sus alumnas le desabrocharon el vestido para aflojarle el corsé.

Un domingo de los últimos de Setiembre, la Fenelón llevó a la otra una noticia importante: «Mañana vienen. Hoy ha estado Candelaria limpiando toda la casa». Lo que Fortunata sintió era una combinación de pena y alegría que no la dejaba hablar.

Pero entre Bismark y Napoleón III lo echaron todo a perder, pues por causa de estos dos personajes sobrevino la guerra de 1870, que tantas esperanzas había de segar en flor. Fenelón, que era hombre bonísimo y de inteligencia mercantil, tenía el defecto del chauvinisme. Empuñó las armas, se agregó a un cuerpo de ejército, y a los primeros disparos, los prusianos le dejaron seco.